De la misma manera que toda la población está siendo solidaria y está cooperando para que las personas más vulnerables no sean infectadas por el coronavirus, esa labor altruista que repercute en todos y cada uno de nosotros, no debe decaer, ni apaciguarse. Pero debemos proyectarla hacia otro de los temas que nos deben preocupar profundamente, como es el estado en el que se encuentra el medio ambiente.

Coronavirus

La contaminación se ha reducido con el coronavirus, pero nuestro esfuerzo debe persistir para que la conservación del medio natural sea una prioridad.

Reflexiona y recapacita por el medio ambiente

Desde nuestro medio, queremos infundiros el valor suficiente y el ánimo para seguir colaborando en la lucha contra el cambio climático, una ayuda necesaria y urgente que nuestra planeta sigue necesitando. Por suerte, el parón que está sucediendo a lo ancho del mundo, está trayendo numerosos beneficios medioambientales. Una alegría que nos hace falta. Sonreír, porque para algo más está sirviendo. Además, de para reflexionar sobre el daño que podemos remediar si nos lo proponemos.

Además de estar más en contacto con nuestra familia, ahora podemos provocar un movimiento que implique una conservación del medio natural desde nuestros hogares. Comencemos por replantearnos nuestra forma de vida, y el uso que le damos a los objetos que nos rodean.

Coronavirus

Miles de mascarillas y guantes han aparecido en las aguas de todo el mundo por el coronavirus.

Seguro que ya habrás visto en imágenes o vídeos, como los guantes y las mascarillas están contaminando la Tierra: los ríos y los mares ya tienen otro factor agravante en su enfermedad. De la misma forma que intentas protegerte, protege nuestros ecosistemas, porque ellos no tienen un médico que les salve la vida. Deshazte de ellos con cabeza, tíralos a la basura para que no propaguen enfermedades.

Debemos seguir apostando por el reciclaje como un arma letal para parar la emergencia climática. Sí, tenemos muchas emergencias, pero no deben postergar nuestra responsabilidad con el planeta.

Contaminación

Reflexionemos sobre nuestra forma de vida en estos días.

El duro estado de alarma que se ha declarado en Italia o España, ha contribuido a que nos diésemos cuenta que para muchas causas debemos estar todos juntos y unidos. Es lo que sucede con el calentamiento global, solo podemos ralentizarlo si nos apoyamos y nos comprometemos a luchar contra él, cada persona, sin pensar que el otro no lo está haciendo. Esa frase de que «¡Cómo mi vecino, amigo, familiar no se implica, yo tampoco!», no tiene ningún sentido. Aprendamos de aquellos que luchan, no de los que se quedan parados cruzados de brazos.

Repercusiones positivas del parón en la contaminación

El aire que respiramos en las grandes ciudades ya no está tan contaminado, solo hay que consultar a día de hoy el índice de la calidad del aire, por ejemplo, en la ciudad de Madrid. Ya sabes cuáles son las causas: hemos dejado nuestros vehículos aparcados, teletrabajamos en muchos casos, y solo circula el transporte imprescindible.

Contaminación del aire

La ciudad de Madrid ha pasado de tener avisos de reducción de la velocidad por la contaminación, a gozar de un aire respirable.

Recapacitemos si realmente necesitamos el coche para desplazarnos, o si podemos optar por otra vía, cuando llegue la normalidad. Bicicletas, motos eléctricas, patinetes o monopatines, ¡todos son bienvenidos! También, el uso del transporte público puede ser la solución: metro, autobús o tren.

Nuestro abastecimiento está confirmado, pero procura favorecer a la economía del país comprando productos autóctonos y de proximidad, mejor si los encuentras o adquieres ecológicos. No se te olvide que ellos también necesitan nuestro apoyo para salir adelante.

Seguro que en estos momentos no necesitas mucha inversión en ropa y complementos para estar por casa. Piensa en lo que te podrías ahorrar si dejas de comprar algunas prendas cada temporada, y en el favor que harías al medio ambiente. Sumérgete en tu armario para renovar aquella ropa que ya no te apetece ponerte, transformándola. El resto, dónala.

Industria de la moda

Evita la moda «low cost», y házte fan de la «slow fashion».

La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo, ocupa nada menos, que el segundo puesto en el ranking. La economía circular puede hacer que esto vaya cambiando. De hecho, cada vez más empresas y firmas apuestan por reutilizar tejidos ya usados para crear nuevos modelos. Lo mismo está sucediendo con las botellas de plástico o las redes de pesca: ahora conforman pantalones, tops, chaquetas, faldas, abrigos, vestidos o bañadores, entre otros. Aunque la mejor apuesta son las prendas biodegradables.

Viviendo con lo imprescindible, seguro que te darás cuenta que la mayoría de lo que atesoramos en nuestras casas es prescindible. Aún así, si a partir de ahora necesitas adquirir algún producto, debes valorar siempre varios aspectos: cómo se ha producido, quién y en qué condiciones lo ha producido, con qué materiales está realizado, de dónde procede y su calidad. Puedes ver la historia titulada «The True Cost» para saber lo que ocurre más a fondo con cada prenda que compras.

La sostenibilidad va a ser nuestro lema. Apúntate al «Pienso, luego existo». Todos tenemos mucho que ganar y poco que perder. ¡Sin planeta, no hay vida!