La cosmética natural no ha dejado de sorprendernos nunca, porque sigue innovando y sobresaliendo por encima del panorama de la cosmética más comercial, compuesta por ingredientes químicos o derivados del petróleo. De hecho, la primera aventaja a la segunda por sus nuevos ingredientes, formulaciones y texturas.

Aunque ha llegado una era en la que estamos volviendo y retornando a la naturaleza, a nuestros más profundos recuerdos y conocimientos ancestrales, entre ellos aparece el uso del jabón.

Jabones

El tiempo de la ducha es el momento perfecto para desconectar y recuperar nuestras energías.

Historia del jabón

El origen del jabón es misterioso, se cree que la civilización sumeria ya lo conocía, también aparece información en un papiro egipcio sobre su utilización, pero fueron los romanos los que expandieron y generalizaron su uso, fundamentalmente como tratamiento higiénico y médico.

En España su empleo se desarrolló con los árabes y las almonas (jabonerías), la más nombrada fue la de Triana en Sevilla. El conocido como Jabón de Castilla, a base de  aceite de oliva, agua y sosa tradicional, es el que no conoció fronteras en la Edad Moderna, ya que se distribuyó por toda Europa y América.

Parecía que los distintos cosméticos que aparecieron, le iban a sustituir, pero el tiempo le ha dado la razón: resulta imprescindible. Ahora que nos toca enjabonarnos con deliciosos jabones que prometen sorprendernos por undécima vez, no nos conformaremos con cualquiera. Sí, ¡quién nos lo iba a decir que suplicaríamos su vuelta!, como si estuviéramos en el desierto y un agua milagrosa comenzara a llover desde el cielo.

Jabones

Lo normal es que nos lavemos muchas veces las manos a diario, por eso debemos escoger buenos jabones para su limpieza.

Marcas que se preocupan por su huella en el planeta

Pero como en todos los cosméticos de belleza, hay jabones y jabones. Ni todos son iguales, ni se asemejan. Por eso es importante fijarse en marcas que se preocupan por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente con una visión holística. En este caso mi vista y mi olfato ha recaído en una firma alemana que sobresale por su filosofía de empresa familiar que cuida a sus trabajadores, y se preocupa por dar empleo a los productores que tiene alrededor.

Se trata de Speick, galardonada con varios reconocimientos como compañía y por sus increíbles productos. Entre ellos, caben destacar los jabones realizados de manera tradicional, y con el prestigioso certificado de Cosmos Natural que avala su calidad y pureza. No puedo dejar de recomendar el Jabón Bionatur Carpe Diem (100 gr), un estallido de energía e ilusión aparecen con su uso, gracias a los aceites esenciales de lima, naranja, pomelo y menta silvestre.

Jabones

Jabón Bionatur Carpe Diem de Speick.

Su base está compuesta de aceites vegetales puros de oliva, coco y palma certificada, procedente de cultivos sostenibles. Un producto biodegradable, que es perfecto para la ducha o las manos, ya que limpia de manera suave, generando una placentera y exquisita espuma. Destaca porque no contiene fragancias, colorantes o conservantes sintéticos; está libre de aceites minerales; no lleva gluten, ni lactosa, y es un producto vegano.

Viene presentado en un packaging de cartón que puede ser fácilmente reciclado. En esta misma línea existen diversos jabones sólidos para todos los gustos, como el Jabón Bionatur Vitality y el Jabón Bionatur Relax & Refresh.