La ola de calor mundial de este verano hace de 2018 un año particularmente caluroso. Y los próximos años serán similares, incluso por encima del pronosticado por los científicos debido al cambio climático, según un nuevo método estadístico publicado en la Revista Nature Communications.

Un novedoso sistema probabilístico pronostica que el calentamiento global será más alto de lo habitual entre 2018-2022

Entre el periodo 2018-2022, este sistema probabilístico indica que será más cálido de lo esperado con una tendencia mayor de temperaturas extremas, con respecto a lo publicado por otros estudios similares. Esto reforzará temporalmente la tendencia de calentamiento global a largo plazo. 

El nuevo sistema de predicción se llama PROCAST (PROabilistic foreCAST), y se usa para predecir la variabilidad natural del sistema climático . Esto se refiere a cómo el clima varía naturalmente de fases cálidas a frías que duran algunos años a la vez, y está separado de la tendencia a largo plazo del calentamiento global antropogénico

Este nuevo trabajo científico, publicado en Nature Communications, es importante ya que estos pronósticos ayudan a predecir las probabilidades de eventos como olas de calor o de frío con meses de antelación, y ahora está bien establecido que los eventos climáticos extremos tienen un impacto humano directo. Por ejemplo, las olas de calor provocan un número elevado de muertes en solo unas pocas semanas. Durante la ola de calor europea de 2003, una larga sequía causó que la producción de trigo del Reino Unido cayera un 12%.

Los inviernos más duros, mientras tanto, pueden empeorar las infecciones respiratorias, aumentando la presión sobre los servicios de salud y el suministro de medicamentos. De hecho, el consumo de vacunas contra la gripe puede variar significativamente dependiendo de las condiciones climáticas. 

En el Reino Unido, se estimó que las condiciones de nieve en el invierno de 2010 le habían costado unas 690 millones de libras por día, mientras que el consumo de gas natural aumentó enormemente. Predecir estos eventos climáticos extremos hasta con una temporada de anticipación es, por lo tanto, una prioridad, a fin de permitir una adaptación temprana y una efectiva mitigación. 

Los científicos han logrado avances importantes en la comprensión y el modelado del sistema climático, pero aún no se han transferido a la capacidad de predecir el clima de año en año. Esta incapacidad tiene sus raíces en el caos determinista del sistema climático, que se popularizó con la idea del «efecto mariposa», donde el error más pequeño en la estimación del clima actual podría tener consecuencias significativas posteriores.

La búsqueda de previsión anual

A pesar de estas dificultades, los principales centros de investigación y servicios meteorológicos del mundo han aceptado este desafío y actualmente se está realizando un esfuerzo importante para desarrollar predicciones precisas de las variaciones climáticas de un año a otro. 

En el centro de este desarrollo, cada grupo y centro se basa en su modelo climático individual y de última generación utilizado para propagar en el futuro el estado climático actual. Desafortunadamente, debido a que los modelos climáticos no son perfectos, todavía no se puede predecir el clima de manera eficiente con unos años de anticipación.

Aquí es donde entra PROCAST. En lugar de confiar en un único modelo climático, este novedoso modelo combina una gama de diferentes modelos climáticos utilizados en el Programa Mundial de Investigación del Clima del PMIC para construir sobre el trabajo ya realizado por estos modelos, que ya están completos y disponibles gratuitamente.

Esto tiene dos ventajas obvias. Primero, elimina cualquier dependencia de un solo modelo, posiblemente parcial. Pero también mejora drásticamente la velocidad de las predicciones: un pronóstico que anteriormente requería una supercomputadora durante toda una semana ahora se puede hacer en una computadora portátil en unas pocas centésimas de segundo.

Para verificar si las predicciones son precisas y confiables, se realizan una serie de predicciones a posteriori , o «hindcasts». Encontrando que este sistema era preciso (capaz de predecir lo que realmente sucedió en el futuro) y confiable (en promedio, no predecía eventos que no ocurrieron).

Pronosticar el futuro

Este sistema probabilístico muestra que, además del calentamiento forzado por el cambio climático, la variabilidad natural inducirá una fase anómalamente cálida de más de 0,02 ℃ para 2018, más de 0,03 ℃ para 2018-2019 y más de 0,01 ℃ para 2018-2022.

Estos números, que pueden parecer poco familiares, son de hecho de intensidad comparable a la tasa típica de calentamiento global experimentada cada año si se promedia durante el siglo pasado (alrededor de 1 ℃ más de 100 años equivale aproximadamente a 0,01 ℃ cada año).

Sin embargo, es importante reconocer que el método no solo predice un valor dado, sino una probabilidad. Esto significa que los años cálidos son más probables que los años fríos para el período 2018-2022. De hecho, nuestra investigación demostró que en los próximos dos años es 64% probable que sea anómalamente cálido. Además, a lo largo de los próximos cinco años, PROCAST predice una disminución relativa en la probabilidad de años extremadamente fríos.

Según la Organización Meteorológica Mundial, la temperatura media mundial en 2017 fue superior en aproximadamente 0,46 °C a la media a largo plazo del período 1981-2010 (14,3 °C). Se confirma la tendencia alcista que confirma que 2016, 2017 y 2015 han sido, por ese orden, los tres años más calurosos desde que comenzaron los registros en 1880.