La FAO reconoce a dos sistemas agrícolas españoles como los primeros del Patrimonio Agrícola Mundial en Europa.

Estos dos sistemas se unen a los 43 sistemas repartidos por todo el mundo.

La uva pasa de Málaga y la sal de Añana reconocidos por la FAO

El sistema de producción de la uva pasa de Málaga y el de la sal de Añana, dos sistemas agrícolas españoles que destacan por sus características únicas y enfoques sostenibles, han logrado hoy reconocimiento mundial al ser designados los primeros Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) en Europa por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los SIPAM son sistemas agrícolas sostenibles vivos y en evolución que, además, crean paisajes de gran belleza, ricos en biodiversidad, desarrollados a través de la adaptación mutua de una comunidad con su territorio.

Estos dos nuevos sistemas han sido reconocidos oficialmente durante la reunión del Grupo asesor científico del SIPAM celebrada del 23 al 25 de noviembre en la sede de la FAO en Roma, que insta a una mayor protección de este legado agrícola para el futuro en beneficio de la sostenibilidad, la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia y la cultura.

Los dos nuevos sistemas reconocidos en España se unen a una lista de otros 43 sistemas en 19 países de África, América Latina, Oriente Próximo, Asia y, ahora, Europa.

El sistema de producción de la uva pasa en La Axarquía (Málaga)

El sistema de producción de la uva pasa en La Axarquía (Málaga)

El sistema de producción de la uva pasa en La Axarquía (Málaga). Foto: diarioaxarquia.com

La FAO ha reconocido la metodología de la producción de uva pasa en La Axarquía (Málaga), que se remonta a la época fenicia, hace un uso reducido de productos sintéticos y utiliza técnicas agrícolas intensivas en mano de obra orientadas a la preservación del medio ambiente, como la labranza mínima o la aplicación de estiércol a mano.

La singularidad del sistema radica tanto en el método de obtención del producto en una zona con condiciones orográficas adversas como en su elaboración, siguiendo un sistema de secado por exposición directa al sol, sin aplicar ningún tipo de tratamiento físico o químico distinto al asolado natural.

En La Axarquía, las pronunciadas pendientes (a veces de más del 50 por ciento), las masas rocosas o los minifundios diseminados por todo el territorio, dificultan las prácticas agrícolas modernas y por eso es necesario desarrollar todas las tareas de forma manual.

De clima suave con vientos que llegan del mar y paisaje que permite distintos usos de la tierra, con diferentes capas de colinas, pequeños valles y laderas empinadas, la FAO ha valorado la importancia de la producción de la pasa para la historia, el medioambiente y la economía de La Axarquía, ya que sus pasas –famosas por sus características especiales de tamaño, sabor, propiedades y uso- se exportan a todos el mundo.

Sistema de Producción de Sal de Añana (Álava)

Sistema de Producción de Sal de Añana (Álava)

Sistema de Producción de Sal de Añana (Álava). Foto: www.mapama.gob.es

La FAO ha reconocido la forma de explotación de los manantiales para la producción de sal del Valle Salado de Añana, enclavado en una abrupta zona entre montañas a unos 30 kilómetros de Vitoria.

En este pequeño valle, la sal se cultiva siguiendo prácticas milenarias, gracias a la existencia de manantiales de agua salada cuyo origen es un fenómeno geológico llamado “diapir”, una gigantesca burbuja de sal de un mar que desapareció hace millones de años.

Según el Grupo Asesor Científico, el complejo sistema hidráulico del Valle Salado de distribución y almacenamiento de salmuera, compuesto por cientos de canales de madera de pino que la distribuyen a todos los rincones por la gravedad, unido a una cuidadosa técnica de cultivo de sal forma parte de un intrincado complejo en el que la hidrología, la silvicultura, la ganadería y la agricultura están íntimamente relacionadas con los ambientes de producción de sal.

En un ejercicio de adaptación al entorno, en la sucesión de terrazas construidas a mano con muros de piedra seca, madera y arcilla, y en las cuencas de cristalización de sal se han ido introduciendo cambios graduales que han permitido que la producción de sal siga siendo hoy en día el medio de subsistencia de la comunidad local.