Si eres de los que piensa que el otoño es una estación triste y sin nada de belleza, te recomiendo que prestes atención. Hoy te traigo 6 destinos que no puedes perderte debido a sus paisajes y su gran diversidad.
El Hayedo de Tejera Negra y los colores del otoño
Se trata de uno de los hayedos más meridionales de toda Europa. Se encuentra en el municipio de Cantalojas dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, aunque hasta 2011 fue un Parque independiente.
El otoño se vuelve colorido en Tejera Negra.
Imagen: Turismo de Castilla la Mancha
Las vistas de sus hayas y de otras especies como robles, tejos, acebos y abedules durante el otoño son de una belleza que dejan a cualquiera boquiabierto.
Jiuzhaigou: osos panda y paisajes para disfrutar
Jiuzhaigou significa literalmente “Valle de las 9 aldeas” (para que veas que me manejo con el chino XD). Se trata de una Reserva de la Biosfera y pertenece al Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1992.
El lago del Dragón Durmiente se llena de niebla en las mañanas de otoño. Eso, desde mi perspectiva cangrejil, lo hace más misterioso y atrayente.
Imagen: chensiyuan
Se caracteriza por sus bosques mixtos entre cuyos árboles pueden encontrarse otras plantas como azaleas y bambú, pero quizá lo más llamativo de este valle es que en él habita el oso panda gigante (sí, ese animal adorado por todos, especialmente por los chinos).
Laguna de Gallocanta
Esta laguna es una Reserva Natural situada en la provincia de Zaragoza. Está incluida en el Convenio de Ramsar por ser un humedal de gran importancia.
Las grullas son asiduas a la Laguna de Gallocanta durante sus viajes migratorios.
Imagen: Secretaria.
No tienen bosques frondosos y coloridos, no; su atractivo son las aves. Es zona de paso para múltiples rutas migratorias por lo que es una delicia para cualquier aficionado a las aves, pudiendo ver grullas, ánades, fochas, avutardas y muchas más especies.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Es quizá el más conocido de la lista. Este paraíso oscense no solo es Parque Nacional, sino que se trata también de una Reserva de la Biosfera y forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
¿No te dan ganas de chapotear en el agua? A mí si, serán mis instintos cangrejiles jejeje.
Imagen: ordesa.com
Sus bosques de hayas en otoño llenan de color los grandes cañones del Parque, un espectáculo que no debes perderte.
La Laguna Negra y su otoño nada negro
Se trata de un Parque Natura situado en los Picos de Urbión, en Soria. Hay un par de leyendas curiosas en torno a la laguna, una de ellas asegura que no tiene fondo (cosa incierta ya que su profundidad es de 8 metros) y que se comunica directamente con el mar por cuevas; la otra dice que en su fondo habita un ser que devora todo lo que cae en ella (¿por qué no hacemos un sacrificio ritual con Charlie the Crab y compañía?).
De Laguna Negra nada, roja y bien roja.
Imagen: Apetitu
Dejando las leyendas a un lado, lo cierto es que es un paisaje que merece la pesa ser observado en otoño. Las hayas, los abedules, los robles y los álamos le dan su maravillosos colorido,
Lago Ontario
Por último te invito a que cojas un avión y viajes a Norteamérica; Canadá posee paisajes maravillosos durante todo el año, pero creo que el lago Ontario durante el otoño merece ser visitado y disfrutado.
Su nombre viene de la palabra iroquesa Skanadario, que significa algo así como lago hermoso (los iroqueses conocían de sobra la maravilla en la que vivían). Sus bosques tienen gran variedad de árboles como arces, robles, hayas y fresnos que le dan ese colorido tan característico.
Estas son sólo algunas sugerencias que quería descubrirte para este otoño. Espero que visites alguna de ellas y disfrutes de sus maravillosas vistas.
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