Nuestro cuerpo necesita con las altas temperaturas que le hidratemos constantemente y si además le proporcionamos nutrición y vitaminas, el resultado es espectacular, ya que se nota dentro de nuestro organismo y fuera, en la piel. Para sustituir a los socorridos zumos, han llegado los smoothies, unos batidos más densos que pueden contener además de frutas, verduras, frutos secos, cereales, lácteos, etc. Se toman frescos, para aplacar el calor, e incluso algunos sustituyen a las comidas por la cantidad de nutrientes y calorías que llevan. ¡No os confundáis, no todos sirven para hacer dietas hipocalóricas!

Una tendencia que ha llegado a nuestro país con mucha fuerza, y ya se pueden degustar en multitud de establecimientos con una extensa carta. Lo bueno que tienen es, que si determinadas personas tienen problemas para comer determinados alimentos por alergias, siempre se pueden sustituir por otros sin ninguna repercusión. Lo mejor es ir probando e ir haciéndose el smoothie ideal para cada momento, más ligero o más contundente según las necesidades personales.

Son perfectos para los ancianos o los niños que no les gusta o no pueden ingerir algunos platos, ya que la mezcla siempre suele tener un agradable sabor que engaña a cualquiera respecto a lo que contiene. Es una alternativa a un desayuno o una merienda, o incluso a una comida. Eso no significa, que se vaya a comer siempre de esta manera, pero dos o tres veces a la semana es una buena opción ligera y fácil de trasportar si se quiere llevar consigo para tomar en cualquier lado.

En casa es más fácil hacerlos según nuestros gustos. Si eres una persona a la que no le gusta la verdura, puedes ir poco a poco introduciéndola junto con los otros ingredientes, ¡ya verás como ni te enteras de que la estás tomando! Necesitarás una buena y potente batidora para que quede un batido fino con pocos grumos, el punto está en que sea fácil y gustoso beberlo.

Ahora puedes leer esta guía-infografía para empezar a saber de qué están compuestos, pero hay cientos de recetas diferentes, aunque como he explicado, lo mejor es ir probando e incluyendo poco a poco determinados manjares. Si alguna fruta no te gusta, ensaya con otra, ¡es casi como un laboratorio de experimentación en el que tú eres el científico! Como siempre apunto, haz tu smoothie con alimentos ecológicos. Contienen más vitaminas y nutrientes que los convencionales, sin sustancias químicas añadidas, además de un sabor y olor inconfundibles.

 

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