Grecia es uno de esos paraísos cercanos a los que podríamos dedicar un gran parte de nuestro tiempo para viajar, porque en un mismo país podemos encontrarnos una gran variedad de contrates, todo aderezado con la famosa hospitalidad griega y el rastro imperturbable de su larga historia que aflora por todas partes.

Pero puestos a elegir, además de conocer su magnífica cultura, es más que deseable que nos aproximemos a esa Grecia dominada por la Naturaleza y bañada por sus aguas cristalinas de un azul turquesa brillante. ¿Quién se resiste a saborear con templanza todos esos paisajes sacados de una postal? Seguramente nadie. El mar Egeo, ese espacio que ha visto como surgía una de las más importantes civilizaciones y que por sus aguas se desarrolló un intercambio de conocimientos y de materias primas inaudito, es ahora el mejor escenario para dejarse llevar por la paz y el sosiego.

Disfruta y déjate embaucar por los cantos de las sirenas como Ulises en “La Odisea”, y recorre cada tramo de costa de la península del Peloponeso o de sus increíbles islas, pensarás que estás en otro mundo, un mundo irreal.