Esta edición tan especial, en la que se celebraba el 30 aniversario de la Feria de BioCultura, nos dejo con el paladar más que satisfecho. Todos los sabores y los olores de esta cita ya han quedado impregnados en todos los que pudieron disfrutar de este nuevo encuentro de los amantes de la ecología, el medio ambiente, la vida sana y el consumo responsable. Madrid ha vuelto a sorprender. La participación de expositores y visitantes ha sido espectacular: más de 70.000 visitantes y un crecimiento del 17%, en cuanto a las empresas que han querido estar presentes en la feria.

biocultura 2014 feria

El movimiento bio con sus más de 18.000 referencias certificadas repartidas entre los distintos sectores asistentes (bioconstrucción, alimentación ecológica, ropa y calzado orgánicos, artesanía, terapias complementarias, ecología, medio ambiente y energías renovables) ha resultado un claro exponente de que la economía verde es el futuro.

Otro de los atractivos de la feria, es el inagotable número de actividades que abarca. Más de 350 actividades se han puesto en marcha en esta edición: talleres, conciertos, sorteos, jornadas, ponencias, sesiones de ecoestética, showcooking, Festival de la Infancia MamaTerra y un largo etcétera. Eso sin mencionar sus prestigiosos premios: Premio Huerto Escolar Ecológico BioCultura/Fundación Triodos y Premio Nacional 2014 BioCultura/Incubaeco.

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Las novedades no se han hecho esperar. Un ejemplo son las prendas confeccionadas con tencel, un tejido ecológico proveniente de la madera del eucalipto, la cosmética bio basada en las algas, el primer esmalte de uñas ecológico o la depilación natural con micro cristales de amatista. En España se sigue innovando, porque aquí nada se detiene, en la propia evolución está el gran cambio.

Otro signo más de que algo se mueve, es que cada vez más personas están consumiendo bio. La “persona- tipo” que compra productos ecológicos ha ido variando a lo largo de los años, cada vez está más informada y sensibilizada, y no está ligada a una clase social. La edad está también cambiando: hay muchos consumidores muy jóvenes, incluso niños que piden este tipo de productos a sus padres. Eso significa que está calando hondo en la sociedad. Van saliendo los frutos de nuestro trabajo, de ferias como ésta o de medios de comunicación como el nuestro. Es una rueda que no para.