Gracias a los datos aportados en una nueva investigación publicada en Proceedings of the Royal Society B, se podría curar a los corales infectados por los microbios que causan la enfermedad de la banda blanca con ayuda de un probiótico, que está causando grandes bajas en el arrecife del Caribe.

Esta enfermedad está causando la desaparición de más del 90% del coral que forma el arrecife del Caribe, pero gracias a esta nueva investigación los científicos están consiguiendo frenar su propagación.

Clouds of reef fish and corals, French frigate shoals, NWHI

La barrera de coral caribeña protege el hábitat marino, además de suministrar una barrera natural contra los huracanes.

La propagación de la banda blanca (WBD) erosiona grandes extensiones de coral, dejando a multitud de especies sin comida. Debido a ello, la vida marina abandona la seguridad del coral quedando expuestos a depredadores. “Cuando esas estructuras desaparecen, algunas especies de peces no tienen adonde ir y toda la comunidad marina comienza a colapsar” declara Jennifer Lentz, de la Universidad de Luisiana y autora principal de un informe divulgado por la Universidad de Florida en 2011 que muestra el impacto en los corales de esta enfermedad.

Durante más de 40 años no se ha sabido que microbios, bacterias, hongos o virus exactos causaban esta enfermedad, solo que los corales se han vuelto más susceptibles a ella debido al cambio climático. Pero los investigadores decidieron cambiar de enfoque usando antibióticos para curar corales ya enfermos. ‘Con un proceso de eliminación podríamos averiguar que microbios estaban causando la enfermedad‘ explica el Dr. Michael Sweet de la Universidad de Derby.

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Se ha llegado a la conclusión que la enfermedad es causada por al menos tres agentes patógenos bacterianos, encontrándose similitudes con otra enfermedad coralina llamada «síndrome blanco» que afecta a los corales en el Océano Indo-Pacífico. Una infección bacteriana altera el sistema inmunológico del coral facilitando la entrada de ciliados que se comen el tejido, que no es la causa primaria de la enfermedad pero crea los síntomas físicos utilizados para su diagnóstico.

Ante los problemas que podría suponer introducir un antibiótico en el medio marino, el equipo de investigadores sugiere el uso de un probiótico puesto que, al enfermar los corales, pierde su microflora natural que le ayuda a luchar contra la enfermedad. Sin ella, el coral es más vulnerable a sufrir WBD, con ayuda de un probiótico, como Yakult, el coral puede luchar por si mismo contra la enfermedad.