Mañana 24 de junio, se celebra el Día Mundial de la Contaminación Electromagnética 2014. Una fecha que todos deberíamos tener muy presente, ya que en la actualidad la mayor parte de las poblaciones se encuentran saturadas de redes Wi-Fi o de teléfonos inalámbricos, una contaminación electromagnética de alta frecuencia que suele pasar desapercibida, porque los habitantes de las urbes no tiene constancia todavía de los daños para la salud que ocasiona, y que además suelen estar socialmente admitida como una innovación tecnológica necesaria, y que se oferta en locales comerciales, hoteles o restaurantes como un plus. Algo que choca con la verdadera y cruel realidad de la que hablan los expertos: físicos, médicos ambientales, geobiólogos, etc.
Nosotros tenemos el poder en nuestras manos, podemos decidir si utilizar esta nueva manera de comunicarse o no, u optar por otras soluciones más acordes con nuestro cuerpo, como organismo vivo que es, receptor de todo lo que le afecta exteriormente.
Las posibilidades son varias, desde utilizar cableado o fibra óptica, hasta cambiar los teléfonos inalámbricos de nuestro hogar por otros fijos.
También podemos intervenir en cuanto a la educación ambiental de nuestros hijos, y decidir si es conveniente (y necesario) que un niño de 8 años lleve un móvil al colegio (¡algunos los llevan antes. Increíble!), si queremos que esté expuesto a las ondas electromagnéticas con los diferentes aparatos que hay en el mercado con conexión a Internet, y si realmente es adecuado imponer el Wi-Fi en los colegios, para ya estar todo el día “ondorizados”.
La solución como veis, depende en la mayor parte de los casos, de lo que para cada uno de nosotros como individuo que es, le parece prioritario.
Ahora nos encontramos con una nueva piedra en el camino de la polución electromagnética. Es el caso de los contadores inteligentes o smart meters. Las compañías eléctricas españolas están promocionando a bombo y platillo la introducción de estos nuevos amigos electrónicos que controlan nuestro consumo, facilitando la tarea de su lectura. Ya son utilizados en domótica, centrales de alarma, parques eólicos, etc. Al parecer algunos de los modelos que se están instalando funcionan con tecnología Wi-Fi-Wimax. Pero la polémica está servida, porque nadie sabe con certeza lo que cada una está colocando. Se habla además del sistema PLC que transmite datos a través de la red eléctrica alterna, unas ondas nocivas que deben ser excluidas. Es la denominada dirty electricity, que ya ha sido denunciada como un posible causante de enfermedades neurológicas, incluyendo además los alarmantes casos de leucemia infantil que vienen dándose por todo el mapa mundial.
No tomar una decisión al respecto o ignorarlo, supone cometer una imprudencia que a la larga puede traer consecuencias negativas para todos los que habitamos en las ciudades. Por el momento no hay ninguna legislación al respecto, por lo que podemos ser cualquiera objeto de estas graves transformaciones de nuestro entorno. Nada de estos nuevos avances es inocuo.
Más información actualizada en: www.avaate.org y www.peccem.org
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