Según los últimos informes científicos estamos expuestos continuamente a una gran cantidad de electropolución, es decir, a toda una serie de infraestructuras de antenas estaciones base GSM, DCS y LMDS, dipolos repetidores, antenas de alta ganancia, picocélulas y microantenas, radioenlaces, etc., o los nuevos sistemas Wi-Fi.

El Estudio Reflex llevado a cabo en el 2004, en el que participó el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, revela que la radiación emitida y permitida por los teléfonos móviles actualmente, provoca daños genotóxicos (daños genéticos y celulares).

El Estudio Interphone del 2010, en el que participaron 13 países, aclara que existe un mayor riesgo de padecer tumores cerebrales en personas que utilizaron el móvil durante más de 10 años, utilizando el dispositivo siempre en el mismo lado de la cabeza. Basta con 10 minutos diarios para entrar a formar parte de este grupo. Desde 1948 se viene asistiendo a diferentes testimonios investigados en Rusia sobre los efectos de los campos electromagnéticos, 55 años después afirmaron que en el cuerpo humano, los sistemas nervioso, endocrino, inmune, cardiovascular y reproductivo se ven poderosamente afectados y con un efecto acumulativo a lo largo del tiempo.

Desde 2001, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera que los campos magnéticos específicos de las líneas eléctricas pueden ser cancerígenos. Un estudio suizo en 2008 atribuye un mayor riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer a los vecinos de líneas de alta tensión. Otros estudios sobre el riesgo de tumor cerebral también establecen un mayor riesgo para esta patología en el uso de teléfonos móviles. Es por lo que la IARC, adscrita a las Naciones Unidas [dependiente de la OMS], considera en 2011 que las ondas de la telefonía móvil son «posiblemente cancerígenos». La Universidad de Zurich establece en 2012 una prevalencia diez veces mayor de la ceguera de nacimiento (catarata) de los terneros durante el funcionamiento de una estación base [de telefonía móvil] instalada en un establo.

En la Conferencia de Copenhague de octubre de 2010 se demandaban los siguientes puntos:
– Una reducción sustancial de las directrices y de exposición a la radiación por microondas
artificiales inalámbricas a un nivel de precaución biológico fundado, con un pico máximo de
nivel de irradiación en el exterior de 0.6 V/m tal como se recomienda por el informe
BioInitiative
– La información y las advertencias oficiales a la población sobre los riesgos para la salud de la
radiación por microondas de alta frecuencia de la tecnología inalámbrica con especial atención
sobre mayores riesgos para los que estén en condiciones de debilidad, las mujeres
embarazadas y los niños
-Notas (etiquetas) de advertencias y de información en los dispositivos que emitan radiación,
y un compromiso de los fabricantes para diseñar productos que emitan la menos radiación
posible y sólo cuando sea necesario (período).
– Restringir y desalentar el acceso de los niños al uso de dispositivos que emitan radiación de
microondas de alta frecuencia.
– La Electro Híper Sensibilidad (EHS) debe ser reconocida oficialmente como una
discapacidad funcional.
-Promover la acción de las Autoridades Locales para que respeten la transparencia de la
información sobre los lugares de ubicación de estaciones base de antenas enlaces existentes
(estaciones base de telefonía móvil) y de los previstos.
– Hacer todo lo posible para minimizar la exposición a la radiación del Wi-Fi en los espacios
públicos ocupados por los grupos vulnerables, como niños en edad escolar, ancianos,
hospitales, así como en los transportes públicos.
-Establecer Zonas de Refugio para el EHS o Zonas Blancas donde la gente Electro Hiper
Sensible (EHS), que no soportan la radiación de microondas de las radiofrecuencias puedan
recargarse allí o vivir allí, así como abastecer una asistencia financiera con el fin de proteger el
interior de las casas usadas.
– Promover una política de alternativas seguras para la salud a la tecnología WiFi.
– Realizar y promover la investigación causal independiente.
– Hacer todo lo posible para minimizar la exposición a la radiación del Wi-Fi en los espacios
públicos ocupados por los grupos vulnerables, como niños en edad escolar, ancianos,
hospitales, así como en los transportes públicos.

Al parecer, por el momento no se ha llevado ningún cambio y nosotros seguimos expuestos. Diversas organizaciones ecologistas y asociaciones como PECCEM o la Plataforma de Euskal Herria Kontra la Contaminación Electromagnética, siguen insistiendo en llevar a cabo reformas para que esto se frene de alguna manera, sobre todo en España, uno de lo mayores consumidores de telefonía móvil.

Esta última federación exige imprescindible, “el desarrollo de un programa e investigación pública, estatal e independiente, con estudios epidemiológicos sobre los efectos sobre la salud pública y un cambio en profundidad de la normativa actual que debe basarse en criterios de control público sobre los lugares de establecimiento de antenas, valores límite exposición ciudadana que impida que se origen las enfermedades de que hablan esos estudios y se produzcan cambios celulares, así como también es necesario la transformación de la Ley General de Telecomunicaciones y la normativa estatal y autonómica sobre el espacio radioeléctrico”. Y continua explicando: “la legislación estatal, realizada atendiendo sólo los intereses de la grandes operadoras, no ha resuelto del impacto social y ambiental de las redes de telefonía móvil. La movilización social y ecologista ha obligado a algunas comunidades autónomas a establecer normativas más garantistas y niveles de exposición al público más restrictivos, quedando pendiente, sin embargo, una directiva europea que sirva como un instrumento real para hacer compatible el desarrollo de la telefonía móvil y las posibles afecciones ambientales para la salud pública”.

Esperemos que entre todos, es una cuestión de salud pública, se cambien las directivas para parar los pies a las poderosas compañías. En Petición Pública hay un manifiesto para poder firmar y unirse a ese frente. Si estás de acuerdo te pedimos que lo ratifiques.