Gracias a sus novedosos avances conceptuales como la co-evolución, el entomólogo y biólogo estadounidense Paul R. Ehrlich ha ganado el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2013 en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación.

Paul_R_EhrlichSegún el Jurado, “entre sus contribuciones fundamentales se incluyen conceptos altamente innovadores como la co-evolución, la dinámica de metapoblaciones, los servicios ecosistémicos o el papel que desempeñan los seres humanos en la sostenibilidad ecológica”.

Los trabajos de Paul R. Ehrlich ha sido fundamental para abordar una de las preguntas claves en ecología: ¿cuál es la razón de que existan tantas especies en el planeta?, según la teoría de la co-evolución, las interacciones entre distintos organismos (sin intercambio genético) también contribuyen a la diversidad de especies de plantas e insectos. Su trabajo, publicado en 1964, es considerado como de los más influyentes del área de la ecología evolutiva y ha inspirado en las últimas décadas de docenas de libros y miles de estudios.

La búsqueda del origen de la biodiversidad en la co-evolución formaba parte de una investigación mucho más amplia, para la que Ehrlich junto con Jasper Ridge montaron en los años sesenta en la reserva ecológica de la Universidad de Stanford, instalaciones experimentales que siguen funcionado y que han permitido desarrollar uno de los estudios ecológicos de más larga duración en el mundo. El jurado ha destacado lo entonces novedoso y pionero de esta metodología de obtención de datos durante largas series temporales, así como el valor de sus resultados.

Ehrlich también ha estudiado el impacto de la actividad humana en la naturaleza, y fue pionero al desarrollar la idea de la sostenibilidad ecológica. Uno de sus trabajos más citados, publicado en la revista ‘BioScience’ en 1986, analizó por primera vez cuánta producción primaria (biomasa para obtener energía) consumen los humanos: casi el 40% del total de este recurso en el planeta.

PAUL-R-EHRLICHSus estudios con mariposas ajedrezadas desvelaron además cómo reaccionan sus poblaciones al fragmentarse en grupos más pequeños pero conectados, las llamadas metapoblaciones: si se mantienen los flujos genéticos, si se vuelven más vulnerables a cambios en el entorno o si corren más riesgo de extinguirse, por ejemplo. Una de las conclusiones a la que llega Ehrlich es que “la integración de las poblaciones en metapoblaciones hacen a la especie más resistente, ya que si un grupo se extingue, otro puede colonizar ese espacio”.

En un artículo de 2011 propuso la Ecología de la intervención frente a la Ecología de la restauración: «En lugar de centrarse en recuperar una especie en concreto, se trata de entender y actuar sobre los procesos de interacción que permiten mantener las especies y funciones ecológicas esenciales para preservar el ecosistema», ha declarado el jurado.

Ehrlich aboga por definir primero qué servicios ecosistémicos se buscan para, a partir de ahí, decidir la intervención. Lo explica así: “La restauración sigue utilizándose y está bien para situaciones puntuales como por ejemplo, la actuación tras un incendio, en la que se pretende volver a la situación inmediatamente anterior a ese suceso. Sin embargo, en términos generales, al actuar sobre un ecosistema, tendríamos que decidir a qué momento anterior queremos volver en lugar de plantearnos recrear un estado prístino”.

Sobre los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento

La Fundación BBVA otorga por sesto año consecutivo estos galardones, divididos en ocho categorías:

  • Ciencias Básicas (Física, Química, Matemáticas)
  • Biomedicina
  • Ecología y Biología de la Conservación
  • Tecnologías de la Información y la Comunicación
  • Economía, Finanzas y Gestión de Empresas
  • Música Contemporánea
  • Cambio Climático
  • Cooperación al desarrollo

Premiados en ediciones pasadas

En la pasada edición, la ganadora fue la ecóloga marina estadounidense Jane Lubchencopor su trabajo experimental que ha llevado a la comprensión de los ecosistemas marinos costeros y ha sentado las bases científicas para el diseño de reservas marinas”.

En la cuarta edición el galardón recayó en Daniel H. Janzen “por su trabajo pionero en la ecología tropical y la conservación de los ecosistemas tropicales”. En la tercera edición, el galardón recayó en Edward O. Wilson por “acuñar el concepto de biodiversidad y difundir su valor”. En la segunda edición, el ganador fue Peter Reich, de la Universidad de Minnesota (EE. UU.), por “mejorar radicalmente nuestra comprensión y nuestra capacidad para predecir la respuesta de los ecosistemas terrestres a los cambios ambientales globales, incluyendo el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad”.

Con anterioridad, en la edición inaugural de estos galardones, resultaron premiados los biólogos Thomas Lovejoy y William Laurance, del Instituto Smithsonian (EE. UU.), cuyos trabajos demuestran que la degradación de la selva amazónica es más rápida de lo esperado.