Hoy quiero mencionar el tema de los famosos souvenirs chinos que ya han aparecido en la mayor parte de las televisiones de medio mundo. Me refiero a esas bolsitas de plástico de colorines que al parecer son llaveros, vendidas como si fuesen premios para los niños por haberse portado bien, y que en su interior esconden seres vivos, crías de animales que un maldito día fueron pescadas de su medio ambiente natural. Los pequeños chinos ya tienen una mascota con la que jugar en casa: tortugas, peces, lagartos y cualquier tipo de anfibio está expuesto a esta tragedia, que al parecer allí la ven con buenos ojos.

Según los comerciantes (que van a decir), las bolsas contienen oxígeno y nutrientes para que pueda vivir en menos de 10 centímetros. Más bien les encierran en su propia tumba, ya que los pobres animales suelen morir en un día, o como mucho dos; aunque según dicen, la sustancia añadida los conservaría dos meses. Denteroso y dantesco se mire por donde se mire. Lo gracioso y espeluznante es que se recomienda que se introduzcan en el microondas para luego comerlos después de haber fallecido. Y no sabemos cuantos millones pueden haberse encapsulado ya. Una barbarie que esquilmará a millones de especies.

Lo que no saben la mayoría de los clientes es que muchos de estos animalitos pueden contener bacterias de salmonella. ¡Vamos para hincarle el diente!.

La organización Avaaz ya ha denunciado la situación y espera que mucha gente firme para hacer desaparecer esta masacre en toda regla. Yo ya lo he hecho, ¿y tú a qué esperas?.

El siguiente vídeo nos muestra los regalitos:

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