Paseando por mi querido Madrid he descubierto Le Pain Quotidien, un establecimiento belga fundado en 1990, que ha decidido desembarcar en España su pasión por la cocina casera y tradicional. En la que destaca su exquisita panadería y bollería, además de su pâtisserie.

Como buena coolhunter me metí en el susodicho, atraída por su escaparate, y fundamentalmente, por los olores que de él salían, una mezcla entre pan recién horneado y brownie. Dentro me encontré  un lugar tranquilo dónde poder tomar un café con los amigos o poder picar algo a la salida del trabajo, todo ello en un ambiente muy cosmopolita.

Me llamó la atención la mesa comunal, la cual me encantó, por la comodidad de ver las caras a todos con los que compartes manjares. Como todos sus muebles, la mesa comunal esta hecha de madera recuperada, lo que significa que ningún árbol se ha sacrificado para que nosotros nos podamos sentar y relajarnos. En ella, observé los productos frescos que llegan diariamente de granjas naturales, hierbas con fragancias, quesos artesanales y, por supuesto, el pan orgánico casero.

Hoy su pan se hace exactamente de la misma manera que en sus comienzos: utilizando solamente harina orgánica de la mejor calidad, sal y agua. El pan es amasado y moldeado a mano, y horneado bajo la atenta mirada de los panaderos artesanos.

Todos los días elaboran una exquisita bollería y pâtisserie, sobresaliendo su  croissant de hojaldre, mantecoso; y el oscuro y carameloso brownie.

Ponen siempre los mejores ingredientes y los más frescos, y si no los encuentran, los elaboran de forma casera ellos mismos.

Está decorada la estancia con productos que han creado: las mermeladas y chocolates para untar que puedes encontrar en la mesa comunal, el aceite de oliva que llovizna sobre los verdes, los tomates secados al sol que decoran tu plato, el café que llena tu tazón.
Estos productos están a tu disposición para llevar a casa.

Siempre que pueden, utilizan ingredientes ecológicos. Así, no solo construyen relaciones duraderas y positivas con distintos agricultores orgánicos, sino que también nos aseguran que los ingredientes sean de máxima calidad.

Esta filosofía eco, tiene influencia en cada parte de su negocio, desde la comida que sirven hasta el diseño de cada una de las tiendas y el material que utilizan. Los muebles son de madera recuperada, lámparas de eficiencia energética, artículos de limpieza acordes con el cuidado de nuestro medioambiente y packaging impreso en papel reciclado.

Todo lo que hay allí es bueno para nuestros cuerpos, nuestras comunidades y nuestra tierra.

Su lema es: “Nosotros creemos que la comida debe ser simple, sana, nutritiva y deliciosa. Nuestros estándares de calidad nos aseguran que esto suceda cada día”.

En Madrid la puedes saborear en la calle Fuencarral, Serrano, Velázquez, Gran Vía, Plaza Mayor y C.C. Zielo (Pozuelo de Alarcón).

¡Bon appétit!

Fuente: www.lepainquotidien.com