El transporte por carretera es un factor clave para el desarrollo social y económico. Sin embargo, tiene como contrapartida un elevado consumo energético y altos niveles de emisión de gases de efecto invernadero, además de producir congestión en las redes viarias y una elevada siniestralidad.
Los viajeros pueden reducir sustancialmente sus impactos negativos, siguiendo unos sencillos consejos referentes a la elección de vehículos más limpios (eléctricos o híbridos), conduciendo de una manera más eficiente o usando alternativas al vehículo turismo de baja ocupación.
En este artículo nos centraremos en la conducción eficiente, extraído de un manual realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), para el proyecto TREATISE de la Comisión Europea, como adaptación del manual “Ecodriving: Smart, efficient driving techniques” de SenterNovem.
Circular a una velocidad uniforme de 90 km/h, utilizar adecuadamente el aire acondicionado o revisar la presión de los neumáticos, son algunos de los consejos que promueven la eco conducción.
Estos serían los consejos para un nuevo estilo de conducción que logra importantes ahorros de carburante, reducción de emisiones y que mejora la seguridad:
Arrancar sin pisar el acelerador
Arranque el motor sin pisar el acelerador. La moderna electrónica de los vehículos modernos regula las condiciones del encendido. El pisar el acelerador redundaría en un mayor consumo de carburante y en un desajuste de la electrónica.
Uso de la 1ª relación de marchas
En el inicio de la marcha, utilice la 1ª relación de marchas sólo para poner en movimiento el vehículo. Como consejo a seguir, se cambiará a la 2ª relación de marchas a los 2 segundos o análogamente a los 6 metros recorridos.
Cambie de marcha lo antes posible
Se ha de prestar especial atención al cuentarrevoluciones, como indicador del estado del motor. Téngase en cuenta que las indicaciones sobre el número de revoluciones recomendado para cambiar de marcha son orientativas, y varían en la realidad según el motor del vehículo, el tráfico, la vía, etc. En función de esta variabilidad, se podrían contemplar los siguientes intervalos de revoluciones para la realización de los cambios:
- vehículos de gasolina: entre 2.000 y 2.500 r/min
- vehículos diesel: entre 1.500 y 2.000 r/min
Mantener una velocidad uniforme
Cuando se acelera se usa la energía del combustible para propulsar el coche. Parte de esta energía se desperdicia cuando se frena.
Al circular a velocidad constante, en la medida de lo posible, el desperdicio de energía y de combustible queda limitado. Intente evitar la aceleración y frenado innecesarios. El “cruise control” es útil para una conducción suave y constante.
Conducir a velocidad constante no sólo repercute en un ahorro de carburante, sino que tiene también un efecto positivo en las emisiones, seguridad vial, flujo de tráfico y confort de los pasajeros.
Marchas altas a velocidades bajas del motor
Para conducir de una forma eficiente, se recomienda circular en la marcha más larga posible, a bajas revoluciones y con el pedal acelerador pisado en gran medida (en torno a las ¾ partes de su recorrido). Así pues, es preferible, de cara al ahorro de carburante, circular en 5ª relación de marchas con el acelerador pisado en mayor medida que en 4ª relación de marchas, con el acelerador menos pisado.
Moderar la velocidad
De sobra es conocido por los conductores que el consumo del vehículo aumenta con su velocidad. Lo que desconocen en muchos casos es que el aumento de la velocidad implica un aumento mucho mayor del consumo; es decir, al doble de velocidad se consume cuatro veces más.
Deceleraciones
Cuando tenga que reducir la velocidad (o detenerse), levante el pie del acelerador y deje rodar el vehículo por su propia inercia con la marcha engranada. En estas condiciones (y por encima de un número mínimo de revoluciones cercano al ralentí), el consumo del vehículo es nulo, es decir, se estará circulando sin incurrir en consumo de carburante.
Si es necesario, se frenará de forma suave acompañando la deceleración y, en última instancia, si las circunstancias lo requirieran, se reduciría de marchas a la más larga en la que se pueda circular.
Detenciones
Siempre que sea posible, se realizarán las detenciones en la marcha larga en la que se circule, sin realizar reducciones de marcha. Las marchas largas permiten una mayor distancia de rodaje por inercia y, por tanto, tienen un mayor potencial de ahorro de carburante.
Subidas y bajadas
En subidas, convendrá retrasar lo más posible las reducciones de marchas, incrementando para ello la presión en el pedal acelerador, pero sin llegar a pisar hasta el fondo.
En las bajadas, en el proceso de aceleración, al ser favorable la pendiente a la marcha del vehículo, se recomienda adelantar en cierta medida el cambio de marchas a revoluciones algo menores de las recomendadas para tráfico en llano. En bajadas, convendrá de igual forma circular en las marchas más largas, utilizando lo más posible el rodaje por inercia.
Paradas prolongadas
Los motores modernos están diseñados para ser más eficientes cuando el conductor comienza el trayecto nada más arrancar el vehículo. Inicie la marcha nada más arrancar el motor y apáguelo cuando esté detenido durante más de un minuto.
El consumo de un motor moderno durante el ralentí es de 0,5-0,7 litros por hora, dependiendo del tipo de motor. Con lo cual, apagar el motor en las situaciones adecuadas puede conllevar ahorros interesantes de combustible.
Conducción en curvas
Al aproximarse a una curva se debe evitar la común práctica de frenar bruscamente al llegar a la misma, reducir de marchas y acelerar a continuación durante su trazado. Esta práctica, además de suponer un mayor gasto de carburante, aumenta el riesgo en la conducción del vehículo.
Peso adicional
El peso del vehículo tiene un efecto sustancial sobre el consumo de combustible. Una carga extra de 100 kg en un vehículo de gama media de 1.500 kg supone un consumo extra del orden del 7%
Aerodinámica
Un segundo factor de gran repercusión en el consumo de combustible del vehículo es la
aerodinámica. Todos los vehículos se prueban en túneles de viento para mejorar su coeficiente aerodinámico, pero existen factores añadidos que hace incrementar la resistencia aerodinámica al avance del vehículo de forma que su consumo se incremente notablemente,especialmente a altas velocidades. Como es el uso de y retire el portaequipajes y de conducir con las ventanillas abiertas.
Resistencia a la rodadura
Compruebe la presión de los neumáticos de su coche una vez al mes.
Se necesita una parte importante de la energía de propulsión del coche para superar la resistencia a la rodadura de los neumáticos. Como ya se comentó en capítulos anteriores, una presión de 0,3 bares menor que la recomendada por el fabricante incide en un aumento de consumo de carburante de un 3%.
Uso racional del aire acondicionado o climatizador
Utilice el aire acondicionado sólo cuando sea necesario, seleccionándolo a una temperatura de unos 24 grados, suficiente para lograr el bienestar en el vehículo. Esto es también recomendable desde un punto de vista de salud. Las diferencias muy grandes de temperatura con el exterior (salto térmico mayor de 12 ºC), pueden tener repercusiones negativas sobre la salud de los pasajeros.
En situaciones de muy altas temperaturas, se ha calculado que el consumo de carburante puede subir por causa del empleo del aire acondicionado hasta un 20%.
Utilice dispositivos de ahorro de combustible de su automóvil
Aproveche los dispositivos de ahorro de combustible, como el cuentarrevoluciones, el “cruise control” y el ordenador de a bordo. Los coches modernos suelen venir equipados con dispositivos que ayudan a la realización de la conducción eficiente.
Cuentarrevoluciones:
El cuentarrevoluciones es el espejo del funcionamiento del motor. Su control adecuado ayuda a que el conductor mantenga el motor en los rangos eficientes de funcionamiento y, consiguientemente, reduzca el consumo de combustible.
Control de velocidad de crucero (Cruise control):
El “cruise control” facilita que se mantenga la velocidad constante deseada y que se eviten multas por aumento de velocidad involuntario. Esto ahorra combustible y emisiones de gases de tubo de escape y, además, contribuye a una conducción
relajada.
Ordenador de a bordo:
Hoy día muchos coches vienen equipados con un ordenador de a bordo con diversas funciones, como el consumo medio e instantáneo de combustible:
Económetros e indicadores de cambio de marcha:
Un económetro es un dispositivo diseñado específicamente para la medición y el control del consumo de combustible.
Un indicador de cambio de marcha es un dispositivo que muestra al conductor el momento en el que debe realizar los cambios de marcha para lograr una conducción más eficiente.
Limitadores de velocidad:
Los limitadores de velocidad ayudan a evitar el exceso de velocidad de los vehículos. El uso de los limitadores de velocidad es obligatorio en camiones y autobuses.
Fuente: www.idae.es
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