Mañana, 22 de abril, se celebra el Día Mundial de la Tierra 2023, la perfecta ocasión para cuidar de ella mientras diseñamos nuestro jardín para aguantar la sequía.

Viviendo en un país como el nuestro, en que cada año desde que se tiene constancia, los veranos son la estación en la que el descenso de las precipitaciones se refleja de forma clara en la vegetación, siendo en muchos casos negativa en la mayor parte de las provincias; no está demás que hagamos un ejercicio de reflexión para conformar y crear un espacio natural resistente a la ausencia de lluvias.

Para ello, echaremos mano de aquellas plantas más resistentes a la sequía y apropiadas para nuestro clima mediterráneo, con esas amplitudes térmicas tan características y esos periodos estivales en los que el calor es predominante.

Unas especies vegetales que puedan aguantar el frio y las heladas en invierno, y las temperaturas extremas del verano, e incluso a las lluvias torrenciales de primavera y otoño, que en algunos lugares son habituales, sin que sufran demasiado.

He tenido en cuenta que prevalezcan las autóctonas, que son las que están genéticamente adaptadas a estas características meteorológicas. Y como queremos un jardín que haga las funciones de espacio de recreo y relajación, es bueno, además, que sea bello para nuestros cinco sentidos: que nuestros ojos disfruten contemplándolo, que nuestro olfato perciba los distintos olores, que nuestro tacto acaricie sus texturas, que nuestro gusto aprecie sus sabores y que nuestro oído descubra su melodía.

Infografia

Infografía de las mejores plantas para aguantar la sequía.

Lentisco

El lentisco (Pistacia lentiscus L.) es un tipo de arbusto característico de las zonas mediterráneas, que puede alcanzar una altura de cinco metros, de forma habitual, aunque puede llegar a tener mayor envergadura. Siempre presenta un color verde en sus hojas, y se puede encontrar silvestre en España en varias provincias, pero es más habitual en el sureste.

Se caracteriza porque las plantas macho y hembra se desarrollan de forma independiente. Su tronco es de color grisáceo, sus hojas verdes brillantes crecen por pares y sus frutos son redondos y de color rojo. La época de floración del lentisco es de febrero a mayo, dando frutos entre septiembre y noviembre. Sus frutos rojizos, se vuelven negros al madurarse.

Es una planta que viene bien para crear setos en determinados lugares del jardín. Además, es infrecuente que sea atacada por plagas o enfermedades, por lo que siempre estará en buen estado, y te dará poco trabajo. Si quieres saber más características del lentisco, sus usos tradicionales y sus propiedades medicinales puedes consultarlas aquí.

Lentisco

Frutos del lentisco por Bas van Hulst-Kuiper.

Nepeta

La nepeta o albahaca de los gatos, es una planta vivaz, que como su nombre indica, les encanta a los gatos, tanto para revolcarse como para comerla. Y es que sus propiedades medicinales, no les pasan desapercibidas, pero en concreto la Nepeta cataria.

También ahuyenta a las plagas como los pulgones, y otros insectos, incluidos los mosquitos.

Pero dependiendo de la especie que se elija, ya que existen más de 200 especies, aunque las más habituales en jardinería son N. x faassenii y la N. racemosa o N. mussini. Queda perfecta combinada con otras plantas que florezcan a la vez, o combinada con roca.

Su vistosidad con unas inflorescencias que pueden ir entre desde el azul al lila, no pasan desapercibidas (perfectas para ayudar a nuestras queridas abejas), así como su olor a menta. De hecho, es parte de esa familia. Una floración que comienza en verano.

Nepeta

Nepeta.

Almendro

El almendro (Prunus dulcis) es uno de los árboles caducifolios más emblemáticos de nuestro país, con su floración a partir de febrero alegra los paisajes de nuestro territorio.

Esta especie frutal puede llegar a medir diez metros de altura. Soporta el frío, pero las heladas continuas, no. Entonces dependiendo del lugar en que se piense plantar, en un espacio que sea resguardado del frío, crecerá mucho mejor. Aunque hay almendros en zonas frías de España, que hiela en invierno, en muchas montañas del sureste español, tanto en Granada, como en Almería; en Madrid, en Castilla-La Mancha o en Castilla y León.

Su fruto el almendro, forma parte de nuestra gastronomía desde tiempos remotos (al parecer, lo introdujeron los fenicios), y es uno de los más valorados. Hay diferentes variedades (más de cien), por lo que es imprescindible consultar con un especialista para qué lo queremos o en el lugar dónde va a estar ubicado.

Almendro

Almendro en flor.

Palmito

El palmito (Chamaerops humilis) es la única palmera autóctona de la península y de las islas Baleares, por lo que si queremos dar un toque exótico a nuestro jardín, sería estupendo plantar alguno.

Es una palmera pequeña, de hasta unos cuatro metros de altura, perfecta para establecer distintos espacios o hacer divisiones. También queda bien con jardines de roca.

En la mayoría de nuestras playas es posible observarlo, por si no sabes muy bien cómo es de aspecto. Sus hojas grandes de hasta 80 cm de diámetro, son palmeadas, utilizándose de forma tradicional para realizar cestas, escobas u otros utensilios. Florece desde marzo hasta mayo, y proporciona dátiles, como el resto de su especie, pero no son como los que se suelen consumir normalmente, teniendo poco valor gastronómico.

Palmito

Imagen de Canaan.

Caléndula

La caléndula (Calendula officinalis) es una planta herbácea anual, que suele alcanzar hasta casi un metro de altura. Se distingue por sus preciosas flores que son casi constantes, y que varían entre los distintos tonos de amarillo y los naranjas.

Les encanta el calor y la luz, así que debemos disponer un hueco en exclusiva para que crezca a sus anchas, mientras la iluminan los rayos solares. Necesitará algo de agua, pero en poca cantidad, aunque constante.

Aguanta el frío y alguna helada, por lo que es desaconsejable de los lugares en los que sean continuas en invierno, aunque siempre puede guarecerse en sitios más protegidos. Hay que tener cuidados biológicos con algunas plagas que pueden atacarla, como los pulgones, caracoles, babosas o mosca blanca.

Por último, destacar que puedes emplear las flores en infusiones, o para elaborar cremas o ungüento para distintos tipos de dolencias por sus efectos calmantes, antiinflamatorios, antisépticos, cicatrizantes o analgésicos.

Flor

Flor de caléndula.

Jara

La jara (Cistus), cuyo nombre proviene de la palabra árabe xara (matorral), es un tipo de arbusto mediterráneo perennifolio, que se puede encontrar en prácticamente casi todos los ambientes. Desprende un olor característico de la resina que proviene de la planta. De hecho, es uno de los aromas más demandados en la alta perfumería. Esta resina se denomina ládano o labdano, y procede de dos especies Cistus ladanifer y Cistus creticus.

También la planta se usaba para tratar la tos o para problemas digestivos, para crear objetos con su dura madera o como leña para el fuego, por sus resistencia a apagarse. Es una especie cuyas raíces sobreviven a los incendios mediterráneos.

Son características sus bonitas flores blancas o malvas, que crecen por doquier entre abril y junio.

Jara

«Cistus albidus».

Salvia

Las salvia (Salvia canariensis) puede ser una buena opción para nuestro jardín seco y rocoso. Con un porte que no llega a los dos metros de altura, no debes regarla en exceso, porque no soporta su exceso, aunque si soporta las heladas débiles. Le gusta el calor y el sol, dado su origen canario.

Tu jardín será muy florido si introduces esta especie que da unas inflorescencias entre púrpura y rosa, además evitará que las distintas plagas le afecten, ya que las ahuyentará.

Esta planta aromática puedes emplearla en la cocina o como planta medicinal, ya que tiene numerosos usos. Su nombre proviene precisamente de salus, palabra latina.

Salvia

Flor de «Salvia canariensis».

Jazmín

Esta planta trepadora, jasminum, cuyo origen se encuentra en Asia central, es uno de nuestros imprescindibles, sobre todo, si queremos tener una zona con sombra o tapar una pared, por ejemplo, ya que sus utilidades son infinitas.

Eso sí, tendrás que dejarle un gran espacio, ya que se desarrolla a lo ancho y a lo alto, pudiendo llegar hasta los diez metros de altura. Así que, ten en cuenta, que deberás podarla de forma constante si no quieres que rellene todo.

Hay diferentes tipos de jazmín. Si quieres algo muy específico para una zona, puedes consultarlo con un especialista. Ten en cuenta que les gusta el sol y el calor a raudales, y que invadirá todo con su característico olor en su periodo de floración.

Como muchas de las otras plantas sugeridas, también se utiliza por sus propiedades medicinales. El té de jazmín es muy consumido en China desde la dinastía Song. Hay estudios científicos que confirman sus efectos en el organismo.

Flores

Flores de jazmín. Imagen de Juan Carlos Fonseca Mata.