Las galerías de arte cada vez optan más por artistas que trabajan con la naturaleza, teniendo su base esencial en ella. La vida del medio natural siempre ha sido un referente en toda la historia del arte, y no podría ser menos en la actualidad, cuando el hombre está volviendo a ver el entorno natural como su origen, y el origen de la vida en el planeta.

Naturaleza y materia

Uno de esos artistas, que en sus últimas obras ha retomado el contacto con la naturaleza es el artista vasco Agustín Ibarrola. Su obra es conocida por sus acciones en la naturaleza, compuestas principalmente por piedras y árboles intervenidos con colores primarios. Es precisamente este encuentro del arte con la naturaleza lo que representará la galería, a través de unos trabajos que reflejan una simbología propia, como alegorías de figuras astrales y humanas, ojos o cadenas.

Ibarrola se sirve de la naturaleza para realizar un tratamiento espacial en un espacio físico tridimensional. A ello se ha dedicado durante la mayor parte de su dilatada trayectoria, llegando incluso a intervenir lo que tenía más cerca: su casa, su jardín y el bosque de Oma, su primera incursión en la naturaleza.

Sus obras en el paisaje responden a la necesidad de seguir pintando, trasladando así sus inquietudes del lienzo a la naturaleza, un nuevo soporte en el que mantiene las mismas geometrías de los inicios de su trayectoria.

Agustín Ibarrola

«Sin título» Agustín Ibarrola. Palos de avellano, óleo, acrílico y madera. 55 x 12 x 10 cm.

Entre sus acciones más conocidas se encuentran el Bosque de Oma y Arteaga en Vizcaya, Ecoespacio O Rexo (1999) en Allariz, Ourense, los Cubos de la memoria (2001-2006) del puerto de Llanes, en Asturias, la Colina de carbón de Prosper Haniel (2002) en Alemania o la intervención en Muñogalindo (2015), Ávila. Todas ellas constituyen un variado catálogo de intervenciones y obras en el espacio público de este artista fundamental que formó parte del Equipo 57 junto a Juan Cuenca, Ángel Duarte, José Duarte, Agustín Ibarrola y Juan Serrano.

Nueva exposición

La primera exposición con obras del artista en la galería coincidirá con la inauguración de Estación Total, una muestra que, comisariada por Núria Montclús, se inaugurará el 28 de enero y también incluirá trabajos de los artistas Bárbara Fluxá, Mercedes Lara, Elena Lavellés, Lecuona y Hernández, Lucía Loren y Miguel Sbastida. Esta colectiva mostrará una nueva manera de realizar cartografías analítico-discursivas a través de las que es posible reflexionar sobre nuestra forma de relacionarnos con el entorno y sobre nosotras mismas.

Estación Total muestra una nueva manera de realizar cartografías analítico-discursivas y emotivas que recuerdan a la «geografía experimental» planteada por Trevor Paglen, artista, geógrafo y autor estadounidense. Desde estas cartografías es posible explorar y construir nuevos relatos e imaginarios sobre el medio y el territorio alejados de los mapas y cartas de navegación tradicionales, de voluntad orientadora y delimitadora, incluso posesiva. A la vez, es posible reflexionar sobre nuestra forma de relacionarnos con el entorno y sobre nosotras mismas.

Como explica su comisaria Núria Montclús: «en las obras de Estación Total, el mundo deja de ser algo sólido, estable, para convertirse en una realidad líquida y fluctuante de la que emergen los factores ocultados e invisibles que configuran las actuales construcciones territoriales, geológicas y paisajísticas del medio que nos rodea».

Agustín Ibarrola

«Sin título» Agustín Ibarrola. Palos de avellano, óleo, acrílico y madera. 20 x 20 x 110 cm.

El título de la exposición, Estación Total, se toma de la polisemia entre el nombre del aparato electroóptico que registra las características del terreno y el poemario más íntimo de Juan Ramón Jiménez, realizado en 1946.

La incorporación de Ibarrola amplía la apuesta de la galería por la sostenibilidad y la búsqueda de unas prácticas artísticas con potencial para la construcción de un planeta más habitable.

En palabras de la galerista Lucía Mendoza: «Representar la etapa de la obra de Agustín Ibarrola cuya expresión plástica relaciona explícitamente el arte con la naturaleza nos facilita un punto de partida al que vincular gran parte de nuestra línea de trabajo. El Bioceno, era en la que nos encontramos, desplaza la posición del hombre como centro de nuestro mundo (Antropoceno) colocando la vida como núcleo, replanteando el presente desde postulados de compromiso eco-social. La revisión del camino recorrido hasta la actualidad por las prácticas visuales nos remite a los años sesenta, setenta en nuestro país, donde la naturaleza empieza a ser abordada desde una perspectiva muy diferente a la clásica conformando movimientos que se han dado en denominar de diferentes maneras -Land art, Earthworks o site-specific-. Incorporar las obras de Ibarrola a nuestro espacio, además de suponer el reconocimiento a la trayectoria de uno de los artistas clave de nuestro país, nos facilita la comprensión del trabajo de otros de los artistas que representamos cuya práctica es, probablemente consecuencia o evolución del trabajo iniciado por artistas como Ibarrola en el último cuarto del siglo XX».

Agustín Ibarrola

«Sin título» Agustín Ibarrola. Palos de avellano, óleo, acrílico y madera. 250 x 150 x 150 cm.

La obra de Agustín Ibarrola está además representada por la Galería José de la Mano (Madrid), que se ocupa de su obra política y geométrica de los años setenta.

Agustín Ibarrola

Nacido en el seno de una familia de raíces obreras, Agustín Ibarrola (Bilbao, 1930) formó parte de la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, celebrando su primera exposición individual en 1948. En 1956 conoció en París a los que formarían junto a él parte del Equipo 57. Años más tarde, en 1961, fue miembro del grupo de Estampa Popular y en 1993 recibió junto al resto de los integrantes de Equipo 57 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

La pintura es el hilo conductor que da sentido y unión a una trayectoria en la que la teoría de la interactividad del espacio plástico -que hace referencia a los negativos-positivos conocidos, a la interrelación entre el fondo y la forma del Equipo 57- es el punto de origen conceptual sobre el que construye su obra.

Su aportación es muy valiosa, contempla su obra en espacios al aire libre desde una visión antropocéntrica por la que el hombre se convierte en punto de referencia fundamental de la estructura formal de la naturaleza. Ibarrola traslada así su laboratorio, su estudio a la naturaleza, culminando su proceso de investigación y experimentación en ese ámbito del entorno natural.