La hidrogeología estudia las aguas subterráneas, tanto las almacenadas, como las que discurren dentro de la tierra. Su origen, su formación, su distribución espacial y temporal, su estado, sus propiedades, o su interacción con el medio en el que se encuentran, son algunos de los temas que esta disciplina científica trata.

Recurso insustituible

Las aguas subterráneas son un bien común, que es muchas veces menospreciado e infravalorado, pero son tan primordiales, que no existiría la Tierra tal y como la conocemos sin ellas.

Ya que estos acuíferos dan lugar a muchos ríos, son claves para el desarrollo de la biodiversidad vegetal y animal, sin ellas no podría existir la agricultura, muchas personas dependen de este agua para poder beber, las industrias necesitan de estas aguas subterráneas para poder realizar su producción, su distribución afecta a todos los ecosistemas, desde los desiertos, hasta las altas montañas del planeta.

Por lo tanto, son un recurso insustituible. Son las venas profundas de la Tierra, que llevan la vida allá por donde pasan. Las aguas subterráneas constituyen aproximadamente el 99% de la totalidad del agua dulce en estado líquido.

Los problemas más agudos que hay que controlar de forma exhaustiva son la contaminación y la regulación de su propiedad. Algo que no se ve y que en su mayor parte no se puede contabilizar, ¿cómo se legisla para que no sufra una explotación premeditada a lo largo del tiempo?

Aguas subterráneas

La mayor parte de las cuevas tienen como protagonista indiscutible de su formación un acuífero.

Contaminación de aguas subterráneas, un problema gravísimo

La agricultura intensiva, que utiliza una gran cantidad de fertilizantes y pesticidas químicos, pero también la industria y otras actividades humanas, han causado que una gran parte de esos acuíferos localizados en las zonas más profundas, se encuentren en un pésimo estado por la contaminación de sus aguas.

La cuestión es que es muy complicado revertir ese proceso, sobre todo por el lugar en donde se encuentran. Las causas suelen ser difíciles de identificar, por lo que quedan impunes quienes producen el daño.

El sector industrial aporta su granito de arena contaminante

Según el último informe mundial de Naciones Unidas, sobre el desarrollo de los recursos hídricos 2022, los sectores industriales que extraen aguas subterráneas incluyen la industria manufacturera, la minería, la industria del petróleo y gas, la generación de energía eléctrica, la ingeniería y la construcción.

Las industrias que más dependen de las aguas subterráneas a lo largo de sus cadenas de suministro incluyen el sector textil y el de alimentos y bebidas.

Varios procesos industriales recurren a las aguas subterráneas en los lugares en donde la cantidad disponible de agua superficial es limitada, pero también en situaciones en las que la calidad es importante.

Las aguas subterráneas son la única forma viable y asequible de extender el acceso básico al agua a las poblaciones rurales no abastecidas en gran parte del mundo.

El vertido y la infiltración en el terreno de aguas residuales no tratadas o parcialmente tratadas pueden contaminar las aguas subterráneas.
La salud humana y el medioambiente pueden verse afectados a causa de la contaminación del suelo y de las infiltraciones procedentes de vertederos industriales viejos e improvisados o de minas abandonadas.

Tierra contaminada, agua contaminada

Pero, si no se ha estudiado, catalogado o registrado todavía la contaminación de la tierra desde donde provienen la mayor parte de las sustancias tóxicas que terminan en los acuíferos, ¿cómo se va a regular la contaminación de las propias aguas subterráneas?
Pese a que suela ser relativamente caro, el monitoreo es una sabia inversión: identificar los problemas con teledetección en una fase temprana puede resultar muy ventajoso, ya que es posible introducir medidas de mitigación antes de que se produzca un grave deterioro de los recursos.
Aguas subterráneas

Controlando la formación y el recorrido de las aguas subterráneas podremos, en gran medida, salvaguardarlas de la contaminación.

Regulación de la propiedad

El agotamiento de las reservas de agua subterránea se produce cuando la extracción supera la recarga. Aunque la variabilidad climática puede jugar un papel importante, la mayoría de los casos de agotamiento de las reservas de agua subterránea a largo plazo se deben a la extracción intensiva.

A menudo se considera que el agua subterránea es un recurso privado (es decir, estrechamente asociado a la propiedad de la tierra y en algunas jurisdicciones se considera de propiedad privada), por lo que tampoco es fácil saber si se está malgastando o contaminando, por ejemplo.

Por ello, se debe contemplar la protección de zonas de extracción y recarga y de las zonas situadas alrededor de los pozos de aprovisionamiento de agua e incluir normas sobre el rendimiento sostenible, el control de extracciones y el uso conjunto.
 
En algunas jurisdicciones, el agua subterránea está reglamentada junto al agua superficial, incluidos los ríos.

Situaciones de conflicto

En las situaciones de conflicto entre los derechos sobre las aguas subterráneas y los derechos sobre las aguas superficiales (por ejemplo, en el caso de un riachuelo que se está secando a causa del excesivo bombeo de agua subterránea en una zona cercana y viceversa), se contempla un enfoque de gestión conjunta.

El ejemplo más cercano, conocido y común que sucede en nuestro país en zonas incluso protegidas. En estos casos, ¿tiene más derecho el agricultor o los seres vivos que habitan ese ecosistema?
Hay que regularlo de tal manera, que no queden cabos sueltos a los que poder agarrarse para cometer un delito contra el medioambiente o ecocidio.
Integrar la gestión medioambiental, la gestión del uso de la tierra y la gestión del espacio y los recursos del subsuelo son fundamentales para crear una gestión integrada en la que las aguas subterráneas sean la primordial.