Muchos jóvenes rurales han preferido vivir en el campo, que trasladarse a la ciudad, a diferencia de sus padres o abuelos que lo hicieron.

De regreso al pueblo

Y es que la vida en las ciudades cada vez tiene menos atractivos y más impedimentos para acceder a sus supuestos beneficios, como encontrar una vivienda y tener cerca todos los servicios imaginables.

Pueblo

¿El pueblo se les quedó pequeño? No, una vida sencilla es mucho más llena y coherente.

Muchos de estos chicos y chicas emigraron en su momento para estudiar o/y trabajar, pero llegó un momento que ya no les merecía la pena vivir en una ciudad que les proporcionaba empleos precarios con los que no podían tan siquiera subsistir, a pesar de habitar en una misma casa y tener gastos compartidos con otras personas.

A la mayoría se les esfumó el mito de la urbe, como la panacea de una estilo de vida provechoso. Más bien, resultó ser lo contrario de lo que sus sueños albergaron durante mucho tiempo. 

Eso, junto a la presión social y familiar de huir de donde habían nacido para encontrar un mejor trabajo y ganarse el pan sin mancharse las manos, hizo que muchos jóvenes fueran a saborear las mieles del éxito entre hormigón.

Un puñado de ellos regresaron a su lugar de origen con nuevas ideas para instalarse definitivamente, a pesar de haber sido vapuleados por la mezquina ciudad y sus habitantes, reconstruyeron sus vidas desde los cimientos, porque de todo se aprende en esta vida, y mucho más de los batacazos y los errores cometidos.

La ciudad no fue negativa en su totalidad. De hecho, les trajo saberes que de otra forma no hubieran podido aprender. Conocimientos, investigación, y sobre todo, ideas de negocio fácilmente transferibles en otros lugares.

Excursionista

El senderismo es una de las prácticas más demandadas en el mundo rural.

Proyectos rurales, previsión de futuro

El futuro de los jóvenes españoles está también en el campo, porque es donde es posible desarrollar nuevas empresas rurales, que tengan un alma unida a la naturaleza en la que la sostenibilidad y la ecología se dan la mano para avanzar hacia una sociedad más coherente con sus principios, con reglas naturales, no artificiales.

En donde la tecnología está unida a la experiencia de los mayores, que en algún momento fueron los que sacaron adelante las actividades agrarias a pesar de los vaivenes climáticos y del mercado.

Unas vivencias acumuladas que sirven para poner un acento humano a las nuevas explotaciones ganaderas o agrícolas, pero también a otro tipo de proyectos que han preferido estar en contacto estrecho con el campo y la naturaleza para desarrollarse, a pesar de que podían estar en entornos urbanos.

Jóvenes conectados e interactuando

Un relevo generacional que intenta rellenar esa España vaciada, despoblada, sin porvenir, de la que muchos anunciaban su declive inequívoco; pero que está resurgiendo a pequeños pasos, sin ruido, con una insaciable sed de apertura hacia nuevas formas de comunicación y alianzas en red para generar una trama firme y estable.

A diferencia de sus antecesores los nuevos habitantes del campo dominan la tecnología. Internet forma parte de su vida diaria, así como las redes sociales, en donde comparten, fraternizan, y ahondan en la capacidad del ser de humano de abrirse a los desconocidos itinerarios que la vida les depara.

Agricultor

El agricultor es una de las profesiones más necesarias y respetadas.

Brindemos por un campo como nunca lo habíamos visto, lleno de vida y de emoción por satisfacer todas las necesidades prioritarias humanas, encontrando vía libre para la relaciones estrechas entre las personas y el medio natural.

La riqueza del patrimonio natural, cultural, etnográfico, e histórico es excepcionalmente rica y diversa, y no se puede perder sin darla a conocer para que sea apreciada. Talleres, visitas guiadas, catas…todo vale para reconocer ese tesoro, que no tiene precio.