Desde el próximo lunes, 16 de septiembre, hasta el 22 de septiembre, se celebra la Semana Europea de la Movilidad 2019. En esta ocasión, se ha puesto el punto de mira en una de las formas más económicas y saludables de moverse: caminar. Con el lema «¡Camina con nosotr@s!», se ha querido dar prioridad a una ancestral movilidad que podemos desarrollar fácilmente en cualquier lugar, sin cortapisas.
Está claro que, como dice la canción de mi querido Manolo García, para llegar a San Fernando solamente se necesita ir un ratito a pie y otro caminado. ¡Todo es proponérselo!
Semana Europea de la Movilidad 2019: «un ratito a pie y otro caminando»
Un beneficio para la salud
Andando se llega a todas partes, pero con tiempo. Un momento para mejorar nuestra forma física y encontrarnos a nosotros mismos, ¿por qué no? Disfrutar de una caminata conociendo nuestro entorno es un placer, descubriendo nuevos lugares y detalles, que de otra forma nos pasarían inadvertidos. Puede ser la mejor forma de adaptarse después del verano y con la vuelta a la rutina en nuestras espaldas.
Huella de carbono
No podemos dejar de pensar que, los beneficios no solamente repercuten en nuestra salud física y mental, sino también en el medio ambiente. Gracias a ese ahorro de emisiones podemos conservar nuestro hábitat en mejores condiciones y fomentar la vida de los otros seres vivos que nos acompañan. Es fundamental conocer nuestra huella de carbono diaria, esa estela que dejamos a nuestro paso y con nuestras acciones.

¡Es tu decisión formar parte del cambio!
Si nunca has caído en ello, ya es hora de empezarte a preocupar por sus consecuencias: todos contaminamos en mayor o menor medida, pero si te propones una nueva forma de vida y de mirar lo que te rodea, te darás cuenta de aquello que puedes hacer para mejorar. Todos podemos cambiar y mutar hacia algo mejor. Una propuesta que va de manera indiscutible ligada a un conocimiento con causa.
Patinete eléctrico: ¿peligroso o seguro?
Reducir la polución en la atmósfera es una de las metas a seguir, pero también lo es procurar la seguridad vial, ahora tan comprometida con los nuevos transportes como el patinete eléctrico o VMP (Vehículo de Movilidad Personal), que va a convertirse en el «rey de las aceras». Hay que tener en cuenta que muchas ciudades como Madrid no están diseñadas para ir con este instrumento de movilidad sostenible, exceptuando en algunas calles o distritos.

Ciudades: un foco de contaminación atmosférica que puede mejorarse con medidas adecuadas.
Exceso de velocidad
Aunque la situación tal y como se prevé en el futuro puede llegar a ser preocupante, ya que en determinados lugares el tránsito de peatones y patinetes a gran velocidad resulta impracticable. Solamente hay que observar la cantidad de accidentes que han sido causados por los individuos que los conducen. El factor velocidad y la imprudencia por parte de ellos está presente en todos los casos.
Hasta que no regulen de forma definitiva esta situación en la que el peor parado siempre es el viandante, nos encontraremos siempre en una situación discriminatoria. Hay que añadir, además, el peligro que supone para personas con mayor riesgo de ser atropelladas: individuos con discapacidades sensoriales, niños, mascotas, ancianos, personas que transitan con silla de ruedas, y un largo etcétera.

El transporte público es una de las opciones a tener en cuenta, si vives en una gran urbe.
Un voto por el transporte público
Los beneficios económicos de ir al trabajo, al colegio o a la universidad andando son excepcionales, pero debemos tener en cuenta que no todo el mundo se lo puede permitir debido a la lejanía de sus hogares. De ahí, la importancia de fomentar un transporte público de calidad con horarios ampliados y con reducción de las esperas, ya que si se quiere realmente conseguir una movilidad sostenible hay que facilitar ese movimiento a los ciudadanos con otras alternativas reales y eficaces.
Se puede consultar más información en el Manual de la Semana de la Movilidad 2019.
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