Mañana, 1 de febrero, se celebra el Día Mundial del Galgo 2019. Una fecha significativa para evitar que esta raza de perros siga sufriendo las barbaridades que la especie humana ha decidido concentrar en su especie por no realizar la actividad para la que suelen tenerse: la caza o las carreras. Increíble, pero cierto. Estos fieles animales, después de pasarse la mayoría de sus días enjaulados para después dedicarse a seguir a sus instintos naturales alcanzando las presas que su dueño quiere, terminan siendo ahorcados o decapitados al final de sus días, justo en el mes de febrero (final de la temporada de caza).
Las manifestaciones comenzarán en pocos días para reivindicar el derecho de estos animales a no ser maltratados. España es el único estado de la UE que todavía permite la caza con galgos, en otros países europeos se prohibió hace décadas.

Día Mundial del Galgo 2019: su mirada limpia y franca nos hace impensable el maltrato hacia este animal.
Y siguen maltratando a los galgos
Está claro que esos dueños que con tan mala suerte tuvieron, nunca les tuvieron en estima, ni supieron reconocer el trabajo de toda una vida (es el perro más rápido del mundo y pueden localizar cualquier objeto en movimiento, mejor que si se encontrase parado), ni siquiera tuvieron la decencia del aprecio. Ni en los últimos momentos de su senil vida les respetaron.
El maltrato animal ya forma parte de su currículo, por desgracia. Este podría ser uno de los finales infelices de muchos galgos. A otros se les salvó de estas atrocidades y ahora viven alegres, siendo queridos por sus dueños; que les procuran amor, cariño, y dignidad. También los perros tienen dignidad: de poder llevar una vida plena con una familia que les quiera y les respete.
Las necesidades de estos perros siempre se han pasado por alto. Los galgos son muy sociables, desde tiempos remotos ha vivido en grupos, por lo que prefieren la compañía, aunque sea de humanos. Son pacientes y tiernos con los niños. Nobles por naturaleza, y con un carácter tranquilo, desearán salir al exterior en todo momento. Un requisito indispensable para tenerlos en casa es que salgan fuera a realizar ejercicio de dos a tres veces al día, y una gran cantidad de tiempo.
Las características de los galgos son únicas: al ser uno de los perros más largos en su envergadura, puede saltar muchísimos metros, y son además los que muestran una temperatura corporal más alta.
Los galgos en la Historia del Arte
Los galgos o lebreles conviven con los hombres desde la Antigüedad, no hay más que tener en mente la iconografía egipcia para pensar que llevan miles de años en nuestra compañía, siendo uno de los animales más venerados. La alta jerarquía, en concreto los faraones, los tenían como compañeros de vida. Les acompañaban a muchos lugares, incluso cuando tenían que ir en barco, allí estaban ellos. Tan apreciados eran, que si alguien mataba a uno, era condenado a muerte. Jugaban con los hijos de los faraones y resultaban muy queridos.

El galgo afgano es uno de los más espectaculares por su pelo largo y sedoso.
Les daban muchísima atención, les bañaban y cepillaban, incluso les ponían nombres afectuosos, refiriéndose a su actitud o incluso a su actividad. Y a en esa época les ponían collares, dignos de la realeza. El galgo español, el persa o el afgano, entre otros cánidos, figuran en las representaciones artísticas.
A lo largo de la Historia del Arte hemos podido observar sus andanzas, presentes en todas las civilizaciones. Este año que el museo del Prado cumple 200 años de su fundación, no estaría de más darse una vuelta por una de las mejores pinacotecas del mundo y fijarse en esas obras que han retratado de forma magnífica a estos increíbles animales. Los galgos están presentes en la famosa «Cacería de liebres» un fresco que procede de la Ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga, Soria. La influencia islámica está presente en estas pinturas.
También podemos disfrutar del fascinante óleo «Un galgo blanco» pintado por Paul de Vos, que habría decorado la Torre de la Parada, un real sitio ubicado en las afueras de Madrid, dentro de los montes de El Pardo.

De carácter tranquilo, es el fiel compañero para cualquier familia con niños.
Si quieres tener un perro y no sabes por cuál decantarte, piensa siempre en la vida que le vas a poder dar, para elegir una raza u otra. Si te decides por un galgo, ¡enhorabuena!, vas a tener un compañero de vida perfecto, si le sabes educar bien. Te ayudará a estar más en forma y aumentará tu esperanza de vida, reduciendo las enfermedades cardiovaculares y el estrés, entre otras.
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