En España existe un déficit de aprovechamiento de los recursos naturales, en concreto de los recursos forestales, en comparación con nuestros vecinos europeos. Las extracciones de madera en Europa rondaría el 59%, mientras que en nuestro país apenas superaría el 41%; según SECF, 2013. Muchos montes se encuentran abandonados y existen demasiados bosques que acumulan una gran cantidad de biomasa, lo que es el mejor escenario para la propagación de incendios, plagas, enfermedades, y un largo etcétera.

Necesitamos más madera

Nuestra historia cuenta, que con la emigración del campo a la ciudad y la pérdida de empleos rurales en otras décadas, las zonas rurales sufrieron un impacto claro que repercutió en esas zonas boscosas. Por eso, es de suma importancia concienciar a la sociedad de que es importante cortar árboles y apoyar la gestión forestal sostenible para el desarrollo rural con nuevas plantaciones; ya que en España la superficie arbolada es de tan solo un 19%, en comparación con otros países como Alemania con un 68%, Francia con un 43% o Portugal con un 31% (datos de la FAO).

Economía rural

La economía rural en nuestro país está subestimada, podría evitar una gran parte del desempleo con políticas que favorezcan el arraigo.

Es una necesidad imperiosa, porque consumimos mucho más que lo que producimos en nuestro país (más del doble). Su demanda se ha ido incrementando en los últimos tiempos debido al mayor consumo de las industrias en tableros, envase y embalaje.

Según la FAO, las estimaciones de madera para el año 2030 se encuentran sobrepasando los 2.400 millones de m3/año en todo el mundo; aunque en Europa las cifras aumentarían en torno al 50%, al igual que en el sector de la biomasa. Habría un déficit de 300 millones de m3/año en 2030 en Europa, según Mantau, Euwood 2010 (EU27).

Economía rural

Una adecuada gestión forestal evitaría el desaprovechamiento de los bosques.

En la actualidad, los bosques españoles fijan 421,8 millones de toneladas de carbono, 314,8 en la fracción aérea (74,6%) y 107,0 en la fracción subterránea (25,4%), según los datos proporcionados por el informe del  MAGRAMA en el año 2012. Es decir, los ecosistemas forestales fijan durante su crecimiento carbono procedente del CO2 atmosférico, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático, otro dato positivo para incrementar su presencia en nuestro país.

Economía rural en España

En el Norte de España, en concreto en dos de las regiones en que más peso tiene el sector forestal en la economía, se ha optado por darle todo el protagonismo al árbol del eucalipto por ser el más eficiente en todos los sentidos. En Galicia y Asturias, el 17% de la superficie forestal está dedicada a las plantaciones de eucalipto, y produciendo el 54% de la madera que se corta anualmente en ambas comunidades.

Economía rural

El eucalipto es uno de los árboles con mayor rendimiento para producir bienes.

Además de suministrar bienes indispensables como madera, corcho, papel, celulosa, resina, etcétera; proporciona solamente en Galicia, empleo directo a 15.000 personas y empleo indirecto a 60.000 personas. En el resto de España, según los datos disponibles del MAGRAMA (2000-2007), cerca de 200.000 personas trabajan en el sector forestal lo que equivale al 1,13% de la población activa. El 59% corresponde a trabajadores de la industria de la madera y el corcho, 24% a la industria del papel y el 17% restante, a selvicultura y explotación.

No podemos desperdiciar ese recurso tan apreciado que tenemos, nuestros bosques, entre otras cuestiones económicas y prácticas, para no tener que importar la madera necesaria para nuestro propio consumo. Este recurso natural renovable necesita de un impulso, la masa forestal española sigue creciendo, pero necesitaría algo más. Una ordenación de los montes podría ser la solución. Aunque somos una potencia forestal, podríamos darle un mayor provecho a la riqueza existente, y de paso, fijar la población, potenciar el empleo y la economía rural.

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