Dentro de pocos días se celebra el Día Universal del Niño 2018, una jornada en la que se pretende concienciar de la importancia de educar a las nuevas generaciones en el cuidado del medio ambiente. Se necesita una infancia comprometida para afrontar los nuevos retos que nos esperan. Ellos son el futuro, aunque se hayan encontrado con un planeta mucho más contaminado, desertizado, y con menos diversidad que nosotros.

El compromiso de las nuevas generaciones con el medio ambiente debe ser férreo.
Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible: un reto para afrontar
De ahí la imperiosa necesidad de comunicarles que ellos también pueden hacer algo por la Tierra, y para sus vidas. Una de las cuestiones principales podría ser involucrarles en la consecución de los Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible. ¿Cómo se puede hacer? Motivándoles para que se hagan cómplices y puedan labrarse su propio porvenir. La transmisión de los conocimientos clave es quizás lo más significativo para que se den cuenta de que su labor es primordial.
Ese mensaje que les debe de llegar, debe de ser con un lenguaje comprensible que no les lleve a equívoco. Hay muchas herramientas disponibles para ello, aunque deberían las organizaciones y las instituciones darle más visibilidad, y los colegios y centros de enseñanza una mayor preponderancia dentro del programa escolar. La realidad es que si seguimos formando a niñas y niños en ser muy hábiles y con muchos conocimientos para ejercer determinadas profesiones, y no caemos en que es vital que sean defensores de la naturaleza, nuestro principal recurso, poco o nada servirá.

Los libros son una de las herramientas más interesantes para explicarles los problemas que sufre el planeta.
Infancia consciente
Los docentes son los principales protagonistas de transmitir esos valores y esa consciencia, además de estar presente en otros ámbitos, desde el familiar hasta el social. Es posible generar esa visión desde edades muy tempranas con contenidos adecuados para cada edad, aunque es mucho más eficaz un aprendizaje vivencial en la que los chavales sean participes. No es posible que algo se deposite en profundidad dentro del cerebro, sino se aprende de forma didáctica y divertida de manera cotidiana.
Gracias a las nuevas tecnologías y sobre todo a la gran herramienta que es Internet, y con las que están (la mayoría de los críos que viven en sociedades acomodadas) más que familiarizados, podemos ayudarles a conocer de forma directa todos esos problemas que afectan al planeta. Es necesario que sepan cómo está el mundo, y cómo pueden ellos ayudar a su mejora. Tendrán muchas preguntas, pero pueden obtener respuestas adecuadas para proporcionales esperanza, seguridad e ilusión en salvaguardar el medio natural.

Día Universal del Niño 2018: El contacto directo con la naturaleza es fundamental para saber protegerla.
Debemos formar personas que tengan una visión global, pero que actúen de manera local en cada país, ¡remando todos en la misma dirección se llega a alcanzar el puerto! No es posible saber que sucederá en el futuro, pero sí se puede atisbar si sabrán cómo afrontar las circunstancias que les deparará, preparándoles para saber reaccionar de la mejor manera posible. El éxito o el fracaso muchas veces depende del camino que se ha tomado.
Si eres docente y no sabes por dónde empezar, puedes informarte de la manera de presentar esos objetivos mundiales en la Lección más Larga del Mundo. En ella puedes encontrar todo tipo de recursos en español que te ayudarán en tu tarea: unidades didácticas, libros, cómics, juegos o películas. Después, puedes introducir tus propias estrategias, ya que conoces mejor a tu alumnado. ¡Qué no decaiga el reto, cada persona puede aportar algo aunque parezca nimio!
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