El primer lunes del mes de octubre se festeja el Día Mundial del Hábitat 2018, en este caso 1 de octubre, una fecha marcada en rojo en el calendario medioambiental por su gran importancia a nivel planetario. Este año la temática se centra en el Manejo de Residuos Sólidos Municipales con el eslogan «Ciudades que gestionan bien los residuos» . Está claro que la mayor parte de los residuos sólidos existentes en el mundo se generan en las ciudades o cerca de ellas.
Contaminación por residuos sólidos
De ahí la necesidad imperiosa por saber gestionarlos para evitar que puedan terminar formando parte del paisaje natural. La contaminación que supone este tipo de objetos en la Naturaleza es de carácter grave, ya que la mayoría de ellos nos son biodegradables por lo que su duración en el hábitat puede ser realmente prolongada, además de poder emitir una serie de sustancias tóxicas que pasarían a la tierra, a los ríos, o incluso al aire.

Día Mundial del Hábitat 2018: ¿dónde van a parar los residuos sólidos?
Por ello, es imprescindible establecer políticas de educación ambiental dirigidas a la ciudadanía para que comprendan de forma clara el riesgo que corremos todos los seres vivos al abandonar cualquier tipo de residuos sólidos en al campo. Esta adaptación es fundamental para que conozcan el impacto en el propio cambio climático o en la salud, y establecer precisamente centros en los que pueda llevarse a cabo el sistema de economía circular, evitando el desperdicio. Además, es inexcusable el no proporcionar centros de recogida de este tipo de residuo tan contaminante; así como el no acercar o facilitar la recogida de los mismos desde los propios ayuntamientos.
Aunque lo determinante en este caso es que realice una recogida selectiva y se trate cada material por separado, intentando por todos los medios que pueda tener una segunda vida. En España todavía es una utopía, ya que no se efectúa la correspondiente y oportuna separación de materiales de forma estricta, y mucho menos el dar la oportunidad a esos objetos de poder servir para algo (excepto con algunos tipos de metales y plástico, el cartón, el papel y el vidrio). Una actuación que deberían promover de alguna forma las personas responsables de la parte medioambiental.

Es posible disfrutar de un mejor hábitat si reducimos la utilización del plástico.
Derecho a vivir en un hábitat sano
Todos los seres vivos tiene derecho a poder tener un lugar o un hábitat sano en el que poder vivir de forma permanente, y que le proporcione todo lo necesario para ello: vivienda, acceso al agua, acceso a la alimentación, etc. Para que ello se cumpla, nuestros pueblos y ciudades deben ser sitios seguros y sostenibles, por lo que uno de los puntos más significativos a tratar sería la reducción de la polución, la eliminación de la basura como tal y el hecho de minimizar todos los residuos químicos y los materiales que puedan resultar dañinos.
Es transcendental instaurar acciones a largo plazo para la conservación del hábitat, que no dependan de partidos políticos en el poder, una base para nuestra propia supervivencia en la que se involucren todas y cada una de las partes implicadas. Es posible ejecutarlo cuando es mucho más importante la meta o el objetivo, que la dificultad para llevarlo a cabo o las trabas que puedan surgir. Dar un giro o repensar cada actuación es posible.
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