El verano es la estación ideal para comenzar a realizar aquellos propósitos para los que a lo largo del año no tenemos tanto tiempo. Uno de ellos suele ser la lectura. ¡Qué mejor manera de comenzar las vacaciones con un buen libro de cabecera que nos ayude a replantearnos nuestra forma de vida! Para esos momentos de tranquilidad o de cambios, según se aprecie, que nos ayudan a avanzar por la vida y que nos muestran una nueva visión que antes no habíamos tenido en cuenta; nada más gratificante que sumergirse en las profundidades del conocimiento del Ayurveda, esa milenaria medicina que poco a poco va introduciéndose en Occidente.
Ayurveda: otra perspectiva de la vida, de la salud y de la enfermedad
Ayurveda según la etimología del sánscrito que procede significa «vida» y «ciencia», respectivamente de «ayur» y «veda». Su origen se encuentra en los libros sagrados o Vedas. Gracias a autores como David Crow, entre otros, comienza a tener cierto peso en nuestro país. La experiencia de los que ejercen este sistema terapeútico natural en los países en los que está implantada como medicina tradicional es incuestionable. Una sabiduría que pasa de generación en generación para desarrollar un estilo de vida saludable, que se basa en el equilibrio y la armonía del cuerpo y la mente, teniendo en cuenta los sentimientos y las emociones, además del medio ambiente en el que se vive.

Monjes en un monasterio budista.
Sus límites se difuminan porque incorpora otras ciencias que influyen de manera positiva en el proceso de sanación, como por ejemplo el Yoga. Además, sus ramas se entremezclan con la alquimia a partir de plantas y minerales. El Rasa Sahastra, la alquimia medicinal fue incorporada al Ayurveda en el siglo II por Nagarjuna; y se imparte en más de 150 facultades ayurvédicas.
David Crow es acupuntor, herbalista y facultativo de los sistemas de sanación naturistas. Fundador del Center for Sattvic Medicine, en el que se aplican todos esos conocimientos médicos chinos, ayurvédicos y tibetanos, ha escrito sobre esta temática en un libro que podríamos describir como cautivador, aunque no tengas demasiadas nociones de este tradicional sistema de sanación. Instruido en las enseñanzas del Dharma, la verdad universal, el autor nos propone un recorrido con él dentro de «En busca del buda de la Medicina. La sabiduría del Ayurveda» (Editorial Kairós), por ese lugar montañoso en donde nacen de manera prístina esas plantas medicinales tan potentes y utilizadas por todos aquellos sabios y eruditos del Ayurveda: el Himalaya.

Libro de David Crow: «En busca del buda de la medicina. La sabiduría del Ayurveda».
Pero no le espera un viaje tranquilo y plácido, más bien lo contrario: un lugar en donde conviven las penalidades y las enfermedades con una historia fascinante, una cultura impactante, un lugar donde se sigue viendo una servidumbre medieval, empapado de la espiritualidad budista, y rodeado de urbes muy contaminadas, como Katmandú; pero con unas montañas que guardan auténtico tesoros para la salvación de los seres vivos. El motivo de su viaje es precisamente obtener la mayor información posible y conocimientos específicos de cada médico o maestro, que solo se pueden conseguir desplazándose a aldeas remotas y conviviendo diariamente con su gente.
El origen de la Medicina tibetana es Sange Mela, el Buda de la Medicina. La difusión de las enseñanzas y prácticas médicas se realizó a partir de los monjes y las monjas budistas impulsados por la tradición Mahayana, en la que se valora su dedicación a los demás.
Un libro que revela los secretos del Ayurveda
La lectura del libro se debe de hacer despacio y con calma para comprender el significado trascendente que subyace en sus palabras. Al estar lleno de nombres de personas, plantas o maestros del Ayurveda, es posible que la memoria no abarque a quedarse con todos, pero eso no es lo fundamental. Lo realmente importante es impregnarse con lo que supone saber que existe un tipo de medicina que se aplica en la actualidad en muchos lugares del mundo sin efectos secundarios, que trata al individuo como persona que es, y que los tratamientos son pormenorizados y exclusivos para cada uno; porque según esta medicina no hay una enfermedad, hay un enfermo. Es decir, la misma enfermedad se tratará de diferente manera según el dosha individual, y recalca la importancia de la prevención, llevando una vida recta; así como de la desintoxicación.

Dos ancianos nepalíes.
Los hábitats están siendo usurpados por la civilización, con esas plantas cuyos dones están siendo esquilmados a medida que aumenta su valor en el mercado, a causa de la devastación. Crow increpa: «¿Qué sentido tiene administrar profundos procedimientos de desintoxicación ayurvédicos, si el agua, el suelo y el aire están envenenados? Si seguimos contaminando los elementos nutritivos de la tierra y transformándolos en toxinas causantes de enfermedades, las más sofisticadas medicinas, tanto modernas como tradicionales, acabarán revelándose impotentes».

La Alquimia forma parte de los tratamientos ayurvédicos.
«Sería necesario el equilibrio entre el mundo vegetal, animal y humano, para poder prestar una atención sanitaria adecuada y eficaz a todo el mundo; evitando la pobreza, el hambre, las epidemias y las extinciones biológicas globales que penden sobre el futuro de nuestros hijos», aclara Crow.
Un libro que nos abre la mente como occidentales que somos, y nos cuenta de forma exhaustiva, que es posible sanarse teniendo en cuenta las Leyes de la Naturaleza y con todo lo que ella nos puede proporcionar.
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