El lenguaje que utilizamos es, muchas veces, una manera personal de expresarnos, pero como ha ocurrido con algunas expresiones coloquiales, ha llegado mediante la vox populi a ser algo casi universal, entendido por todos aquellos que hablan nuestro mismo idioma.
Es el caso de las expresiones coloquiales en las que se utiliza la figura de una animal para exteriorizar nuestros pensamientos. Los animales con su físico o con su comportamiento han sido referentes en todas las culturas del mundo, y en nuestro país, por supuesto, no podían faltar esas comparaciones. Algunas veces acertadísimas, y otras bastante odiosas, ya que la picardía española normalmente no le pone freno a la verdad, aún causando molestia.

La gallina es un animal al que constantemente nos referimos en nuestras expresiones.
Animales de nuestro entorno
Para ello no nos vamos muy lejos, nuestra fauna más característica, la que tenemos más a mano y conocemos mejor, es la que solemos usar para referirnos a una persona por una cualidad o por un defecto. La lista es casi interminable, y con ella es casi imposible no acertar: las serpientes, las águilas, los caracoles, los gatos, los perros, los ratones, los escorpiones, las tortugas, las vacas o los burros, entre otros; forman parte del imaginario lingüístico al que solemos aludir, ya sea en forma de refranes o con expresiones coloquiales.
Muchas de ellas se van perdiendo con el tiempo. Las causas son múltiples, pero entre ellas destaca el desapego al medio natural o a la propia naturaleza entre las nuevas generaciones, y su sustitución por nuevas expresiones más acordes con los nuevos tiempos que corren, relativas a la presencia de Internet y las Redes Sociales que lo han revolucionado casi todo.

El burro o asno también forma parte de nuestro lenguaje más popular.
Forman parte de nuestra cultura
Tengo la impresión de que si todavía aparecen en nuestro lenguaje, es que todavía tenemos un sentimiento hacia ellos, pero en el momento en que desaparezcan de nuestra rica lengua, habremos perdido además de una parte de nuestra cultura, también muchos valores asociados a ellos.
Los animales como símbolos de sabiduría: una constante en la mayoría de las civilizaciones antiguas y actuales que debemos intentar mantener intacta, porque es uno de los pocos recursos que dejaremos a nuestros sucesores. Nos han servido de guías a lo largo de la Historia, y todavía pueden seguir haciéndolo. Sus valores son universales y entendibles por todos, por lo que su protección es imprescindible para que sigan formando parte de nuestro progreso como especie.
En esta infografía podemos leer algunos ejemplos, pero hay muchos más que podíamos incluir por su presente uso.
Imagen de De boca en boca
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