Esta jornada es especial porque se celebra el Día Mundial del Orangután 2016, una fecha en la que no debemos pasar por alto la problemática de estos bellos e inteligentes primates que están en peligro de extinción, según la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Un pequeño orangután amarrado de un árbol
El orangután de Sumatra y el de Borneo aparecen denominados como en “peligro crítico”, y eso da que pensar, porque en el siguiente paso ya el concepto pasa a ser de “extinto en la Naturaleza”. Por desgracia, no han sido sus depredadores naturales los que les han llevado a esta situación, sino nosotros los humanos.
Los llamados “hombres de los bosques” en el idioma nativo, hacen honor a esa descripción, ya que pasan la mayor parte de su vida entre las ramas de los árboles, rara vez bajan a tierra firme. De hecho, hacen cada noche una nueva “cama” en un árbol en la que poder descansar, para luego levantarse con la aurora cantando.

Los impenetrables bosques de Borneo, están ahora tomados por la mano del Hombre
Esos sonidos tan peculiares que emiten, son únicos y distintivos de su especie. Dentro de los simios, son los que tienen un carácter más pacífico, aunque suelen preferir la vida solitaria. Su hábitat natural son las selvas pantanosas en donde su alimentación es variada, pero predominando la fruta o los frutos que encuentran en los distintos árboles del bosque. Ese ecosistema ideal para su supervivencia está desapareciendo.
Día Mundial del Orangután 2016: su ecosistema a punto de desaparecer
Sus depredadores naturales son los tigres, las serpientes pitón o los cocodrilos; aunque el Hombre ha ido arrasando su hábitat natural, deforestando, para dejar a su paso y en su lugar, plantaciones para obtener el aceite de palma (usado en la industria de la Alimentación o como biocombustible). Los incendios del año pasado dejaron un paisaje desolador, en el que no solamente desaparecieron las plantas y los animales, sino que provocaron la intoxicación y la muerte por el humo de esa selva quemada a varias personas.

Las plantaciones de aceite de palma están haciendo desaparecer el ecosistema donde habita el orangután
Al parecer, las empresas madereras y las palmicultoras están detrás de todo ello. Ya se ha alzado la voz de numerosos famosos para que esta realidad pare de una vez por todas, como es el caso de Leonardo di Caprio.
Campañas en medios de comunicación están intentando echar el freno, pero las presiones políticas y económicas e incluso las advertencias que se muestran ya casi como amenazas a la vida de quien intente parar estas acciones, no están precisamente ayudando mucho.
Nuestros orangutanes se esfuman y nadie puede detener esta hipocresía de una sociedad en la que solo cuenta el dinero para pagar esclavos que realizan el trabajo sucio de aquellos que no dan la cara, y que se siguen lucrando a costa de nuestras reservas naturales.
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