Parece que si un verano media España no está en llamas, como que falta algo. Nuestro país es el tercero de Europa en extensión forestal y, por desgracia, el país europeo que más sufre incendios forestales y sus impactos en el entorno.

Pirómanos por dinero

Si bien es cierto que el clima de España, con sus veranos secos, es proclive a los incendios y que el bosque mediterráneo está preparado para sufrirlos de forma natural, el numero de fuegos que asolan cada año el país no es nada normal. Y eso que en la última década el número de incendios se ha reducido en un 37% (será que no queda mucho más que arder). Eso sí, esa reducción viene acompañada de un aumento en la frecuencia de los grandes incendios forestales (son aquellos de más de 500 ha.). Esto se resume en menos incendios pero más grandes y devastadores.

Los incendios forestales son una macabra tradición de los veranos en España. Imagen: Skeeze

Los incendios forestales son una macabra tradición de los veranos en España. Imagen: Skeeze

La capacidad de regeneración del ecosistema mediterráneo es más efectiva si el fuego es de origen natural (provocado por los rayos de tormentas eléctricas). Pero, por desgracia, estos son tan sólo el 4% de todos los incendios forestales. El otro 96% está provocado por la mano del hombre.

Esto no quiere decir que todos sean provocados intencionadamente: algo más del 55% son intencionados y el resto se deben a negligencias o accidentes. No hace falta decir que no todos los incendios intencionados son provocados por algún pobre trastornado que necesita un buen tratamiento más que ir a la cárcel. La especulación urbanística y las inversiones en ladrillo siguen siendo las causantes de que muchas masas forestales ardan.

¿Qué hace qué un bosque arda?

Un Hombre armado con un mechero y un bidón de gasolina no es la única razón por la que un bosque arde. Los grandes incendios forestales se ven favorecidos por una serie de factores que, unidos, hacen de nuestras masas boscosas una cerilla lista para combustionar. Algunos de estos factores son:

  • El clima seco de España con periodos de sequía por escasez de agua, ahora acentuados por el cambio climático.
  • Una inadecuada gestión forestal y de los montes, unido a una legislación deficiente y, en muchos casos, mal hecha.
  • El éxodo rural y la disminución de la agricultura tradicional. Por un lado ha favorecido la regeneración de determinadas masas forestales, pero por otro se ha perdido la limpieza de los bosques que se hacía con el ganado pastando en ellos o por los clareos para la obtención de madera.
  • La falta de medios tanto para la prevención como para la lucha contra los incendios forestales. Es curioso ver cómo los fondos para estas actuaciones aumentan tras un año en el que el fuego arrasa con todo, pero disminuyen a medida que pasa el tiempo. Supongo que es lo que tiene la crisis y los recortes…
  • La falta de educación de la población. Obviamente un incendio provocado por un accidente no siempre es evitable; pero uno provocado por una negligencia sí, y eso se hace mediante la educación y la concienciación.
  • Falta de colaboración y fluidez en las relaciones entre administraciones públicas.

Resultados catastróficos

Lo que queda tras un incendio no son sólo árboles calcinados y suelos ennegrecidos. La perdida de biodiversidad es obvia, no sólo por la vegetación calcinada, sino por la pérdida de hábitat de muchos animales y la variación de las condiciones del suelo que impiden la supervivencia de los microorganismos que los poblaban. Además, las cenizas y otros elementos desprendidos en los incendios forestales pueden provocar contaminación atmosférica y en las aguas.

Así es cómo queda el terreno tras un incendio. Para este cangrejo es una de las imágenes más escalofriantes que puede haber. Imagen: Michelangelo-36

Así es cómo queda el terreno tras un incendio. Para este cangrejo es una de las imágenes más escalofriantes que puede haber. Imagen: Michelangelo-36

La falta de vegetación a causa del fuego favorece la erosión, tanto a causa del viento cómo de la lluvia, y la compactación y perdida de fertilidad del suelo. Pero el suelo no es el único afectado, la perdida de una gran extensión de masa boscosa puede provocar cambios en la dinámica climática y favorece al efecto invernadero y cambio climático puesto que se pierde un importante sumidero de carbono.

Se pierde calidad paisajística o valor estético, además de un lugar de ocio. Y a eso hay que añadirle las pérdidas económicas y las inversiones futuras para restaurar la zona afectada (siempre y cuando no se recalifique, ejem). Pero los incendios forestales no sólo provocan daños ambientales y económicos. Muchos fuegos se han llevado la vida de humanos, principalmente aquellos que trataban de combatirlos. Aún está reciente el incendio de Zaragoza en 2009 con 5 fallecidos.

Decálogo para prevenir incendios forestales

Para evitar los incendios forestales originados por negligencias o accidentes el MAGRAMA da algunos consejos que son más que recomendables seguir. Aquí te dejo el decálogo básico para prevenir de incendios forestares:

  1. Nada de tirar colillas. Lo mejor sería que no fumases, tus salud y el medio ambiente te lo agradecería.
  2. En época de riesgo elevado ni se te ocurra encender fuego en el monte. La mayor parte de las Comunidades Autónomas tiene limitado el periodo para hacer barbacoas y similares, infórmate. Pero si no enciendes fuego nunca, mejor.
  3. Si vas hacer una quema controlada, pide autorización y toma precauciones. Además es recomendable que no se haga en verano o épocas de sequía, sin importar la estación.
  4. En época de alto riesgo de incendios forestales, evita la utilización de maquinaria que pueda generarlos.
  5. Extrema las precauciones si no hay otra opción que hacer un fuego.
  6. Si ves indicios de incendio, llama urgentemente al 112; salvarás un bosque.
  7. Si realizas trabajos en áreas de riesgo, nunca trabajes solo. Puede salvar ti vida y la del bosque.
  8. No uses herramientas que puedan generar chispas.
  9. No seas guarro, nada de basura en los montes. Una bolsa de basura puede ser un engorro de llevar de excursión pero puede evitar un incendio forestal.
  10. ¡NO JUEGUES CON FUEGO! Es obvio, pero hay que recordarlo. Una simple lupa quemando una hoja puede tener consecuencias devastadoras.

Obviamente en el caso de pirómanos y especuladores, lo único que queda es esperar que la justicia haga su parte. A pesar de lo complicado que parece esto en este país.