Mañana 15 de marzo, se celebra el Día Mundial de los Derechos del Consumidor 2016, una jornada para reivindicar nuestros derechos en el ámbito del consumo. En este año las fuerzas de todos los consumidores se quieren unir para parar el uso indiscriminado de antibióticos en la comida. Una causa que necesita de todo nuestro apoyo, ya que de ello depende nuestra salud, ahora y en un futuro.

La mayoría de la carne que habitualmente se está consumiendo tiene cantidades ingentes de antibióticos, lo que podría suponer una alarma sanitaria en el momento en que empiecen a no hacer efecto en los humanos (resistencia antibiótica), y volvamos a ir a hacia atrás, en vez de hacia adelante. Sí, aquellas enfermedades que hasta ahora tenían cura gracias a ellos, puede ser que ya no la tengan, y dejen de curar.

nuggets

Nuggets de pollo

En Estados Unidos la multinacional de comida rápida McDonald’s, comprendió que esta cuestión ha hecho que bajasen sus ventas, y por ello, proclamara que para el año 2017 venderían pollo sin antibióticos. Muchos restaurantes de ese país ya se habían apuntado a esa tendencia, y ya lo anuncian a bombo y platillo para aumentar sus ventas.

gallina murciana

Gallina

Pero lo más increíble es que la población siga siendo tan ciega y sorda, y solamente se lleve las manos a la cabeza y ponga los medios para cambiar el rumbo, cuando esto aparece en los medios de comunicación. Supongo que es mejor ser un ignorante de la triste verdad, sin remordimientos de conciencia.

Los antibióticos han traído desde hace muchos años una larga controversia, porque se consumen como si fuesen caramelos por algunos habitantes poco informados en cuanto se empiezan a sentir mal, o se recetan sin ton ni son por algunos médicos con la pluma floja. Sí, todos sabemos de esos casos que dos médicos que ven a la misma persona el mismo día, y cada uno le receta algo diferente. Ni parecido, ni encajan en el mismo diagnóstico.

antibioticos

Los antibióticos, uno de los medicamentos más usados

Imágen de Iqbal Osman

Hay que reivindicar el derecho a una comida sana, aunque poco queda de ella. Los únicos alimentos que realmente sabremos lo que llevan son los que cultivemos nosotros mismos, o los que estén certificados por organismos competentes como alimentos ecológicos, orgánicos o biológicos. El aumento de la población mundial, el cambio de roles en la sociedad y de forma de vida, están haciendo que no haya tiempo para alimentarse, ni para cocinar. Se está propiciando el uso y abuso de la comida preparada.

El hecho de comer y preparar la comida debería ser un acto importante a lo largo del día. Es un pilar básico en nuestra salud y no se le está dando la suficiente importancia, ni por las autoridades, ni por las empresas, ni por las familias. ¿Hasta cuándo? De nuevo, como consumidor tú puedes y debes tomar las riendas de tu vida, de ahí que sepas elegir y dejar de lado aquellos productos que no satisfagan o que no tengas las suficientes garantías  de que sean beneficiosos para tu organismo. El consumo consciente, además de responsable, es básico para la ciudadanía.