La disponibilidad de agua dulce disminuye cada año, algo que puede perjudicar la salud y supervivencia del ser humano y de cualquier ser vivo del planeta.

Escasez de agua, un problema que nos afecta a todos

Consumir agua de forma desmesurada, desequilibra nuestro entorno natural y puede llegar a obligarnos a reducir su consumo radicalmente. Así lo corrobora United Nations Department of Economic and Social Affairs (Undesa) que declara que, para el año 2025, 1’8 millones de personas vivirán en países con escasez absoluta de agua. Y es que debemos tomar conciencia rápidamente porque solo el 3% del agua de la tierra es agua dulce.

En países como Chad o Etiopía, ir en busca de agua puede ser una odisea que dure horas además de exponerse a sufrir accidentes, ataques de animales o, incluso, violaciones. Aunque suene algo radical, es un hecho. Pero no hace falta ir tan lejos, según datos de la Comisión Europea, la escasez de agua y las sequías ya afectan a un tercio del territorio de la Unión Europea.

Mientras que en nuestras casas disponer de agua es tan fácil como abrir el grifo, hay millones de personas que carecen de agua potable o saneamiento básico. Esta fuente de energía da existencia al planeta pero, consumirla sin los filtros necesarios puede ser muy perjudicial. De hecho, el 80% de las enfermedades del mundo están relacionadas con el consumo de agua sucia y contaminada.

Escasez de agua, un problema que nos afecta a todos

Djiddé Mahamat, transportando cántaros con agua junto a una mujer, © Pablo Tosco/ Oxfam Intermón

Nosotros mismos estamos haciendo que este recurso natural renovable se convierta en uno limitado y vulnerable, todo debido al gran abuso de su uso. Estamos influenciando a la reproducción natural que hace este recurso mediante el “ciclo del agua” y debemos cambiarlo de inmediato.

Y como bien se dice, si cada uno aporta su granito de arena, un pequeño esfuerzo, es posible mitigar los problemas que causa la escasez y proporcionar tiempo a la ciencia para solucionar este problema que nos afecta a todos.

El primer paso es una buena gestión del recurso

  • Si llenas el lavabo para afeitarte solo utilizarás 5 litros de agua.
  • Utiliza el agua de lluvia para lavar la ropa o para utilizarla en tus electrodomésticos.
  • Instala dispositivos que dosifiquen la descarga de la cisterna y no uses el inodoro como una papelera innecesaria.
  • Pon en marcha la lavadora o el lavavajillas cuando esté lleno. Parece una tontería pero muchas veces se nos pasa por alto.
  • Fíjate si los grifos y cisternas están en correcto estado y, de lo contario, arréglalo lo antes posible. Gasta más de lo que crees.
  • Sé previsor y descongela los alimentos a temperatura ambiente y no bajo el grifo.
  • No tires aceite por los fregaderos ya que es muy difícil de eliminar.

Esto son solo 5 pequeños consejos que puedes usar en tu día a día. Pero si quieres saber mucho más sobre el estado de este problema y aprender muchos otros trucos, no dudes en descargarte esta guía gratuita sobre el consumo responsable del agua. Con ella aprenderás a usar el agua de verduras o huevos cocidos para regar las plantas o regarlas a primera hora de la mañana o el atardecer. También dispones de consejos sobre piscinas, limpieza de coche, el uso de agua en parques y playas, y una gran lista de aplicaciones que te ayudarán en este proceso.

Es momento de reflexionar sobre nuestros usos diarios y plantearse si generamos un entorno más beneficioso o perjudicial. Conciénciate y ayúdanos a acabar con esta desigualdad.