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El hielo de los glaciares se está derritiendo a un ritmo que ha batido todos los récords desde el mantenimiento de registros que comenzó hace más de 120 años, según un estudio realizado por el Servicio de Monitoreo Mundial de Glaciares (WGMS en sus siglas en inglés) que fue lanzado el lunes.

El Diario de Glaciología, ofrece nueva evidencia de que el cambio climático ha provocado la rápida disminución de miles de plataformas de hielo alrededor del mundo en el último siglo. La primera década del siglo 21 vio la pérdida más rápida de hielo desde que los científicos comenzaron a rastrear en 1894 – y tal vez de la historia, informó WGMS.

«A nivel mundial, se pierde alrededor de tres veces el volumen de hielo almacenado en la totalidad de los Alpes europeos cada año«, Michael Zemp, director de la Escuela Secundaria Willow Glen y autor principal del estudio, dijo al diario The Huffington Post.

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En promedio, los glaciares del mundo perderán 76 centímetros de espesor de hielo este año, dijo Zemp. Eso es el doble de la tasa de perdida en la década de 1990, y tres veces la tasa de perdida en la década de 1980.

La noticia llega apenas unos meses antes de que muchos de los líderes del mundo se reúnen en París para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Los principales científicos del planeta han hecho hincapié en la importancia de llegar a un acuerdo, diciendo que no hay «ningún plan B «si las conversaciones fracasan.

Consecuencias del deshielo de los glaciares

Las últimas noticias sobre el derretimiento del hielo continúa una tendencia de las estadísticas preocupantes. El planeta vio el año más cálido registrado en 2014, y los investigadores observaron la más baja extensión de hielo máximo nunca visto a principios de este año.

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La retirada continua de los glaciares puede provocar dos grandes problemas a escala planetaria: la falta de agua dulce y el aumento del nivel del mar.

Cuando el nivel del mar se eleva con rapidez, tal y como ha estado haciéndolo en los últimos tiempos, incluso un pequeño aumento puede tener consecuencias devastadoras en los hábitats costeros. El agua de mar penetra en zonas cada vez más alejadas de la costa, lo cual puede generar consecuencias catastróficas como la erosión, las inundación de humedales, la contaminación de acuíferos y de suelo agrícola, y la pérdida del hábitat de peces, pájaros y plantas.

Cuando las tormentas de gran intensidad tocan tierra, un nivel del mar más elevado provoca temporales de mayor tamaño e intensidad que pueden destruir todo lo que encuentran a su paso.

Además, cientos de millones de personas viven en zonas que cada vez serán más vulnerables al riesgo de inundaciones. La subida del nivel del mar les obligaría a abandonar sus hogares y a mudarse a otra zona. Las islas de poca altitud quedarían completamente sumergidas.