Estas impresionantes islas de origen volcánico con unas de las mayores biodiversidades del mundo han estado consideradas en peligro por la UNESCO durante unos años. A pesar de que ya no están en la cuerda floja, las Islas Galápagos son un sistema delicado, sobre todo desde la la llegada del turismo masivo. Hoy te cuento que ocurre en el Archipiélago Colón.

Darwin, su mayor fan

De esta pequeña tortuguita reciben su nombre las islas. Imagen: Alvarosevilladesign

De esta pequeña tortuguita reciben su nombre las islas.
Imagen: Alvarosevilladesign

A decir verdad, estas islas fueron descubiertas por casualidad en 1535 cuando el barco que llevaba al Obispo de Panamá, Fray Tomás de Berlanga, a Perú, se desvió de su ruta y se dio de bruces contra las Galápagos. Muchos navegantes las llamaban las Islas Encantadas porque a causa de la niebla no siempre era posible verlas; supongo también que esa era la razón por la que fue refugio de piratas ingleses durante mucho tiempo.

La primera expedición científica en abordar las Islas Galápagos fue la dirigida por Alejandro Malaespina (ese hombre me da un poco de mala espina… XD) en 1790, cuyos registros no se han llegado a hacer públicos. Pero la más importante y conocida es la expedición que se hizo con el Beagle en 1835; a bordo de este barco iba un científico joven y con ganas de ver mundo, un tal Charles Darwin que quedó fascinado con estas islas hasta tal punto que fue aquí donde pudo desarrollar su «Teoría de la Evolución«.

La mayor amenaza de las Islas Galápagos: Hombre

La degradación de estas islas comienza allá por el siglo XVII, cuando empiezan a ser colonizadas. Todo hubiese ido relativamente bien si se hubiese tratado sólo de pescadores con dos dedos de frente, pero la mayor parte de sus primeros habitantes se dedicaban a la caza de cetáceos y otras especies, como focas y leones marinos, para el comercio de su piel y grasa.

La UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1978 y Reserva de la Biosfera en 1985, siendo también Parque Nacional de Ecuador. Aún con todas esta figuras de protección entre los años 2007 y 2010 las Islas Galápagos estuvieron consideradas como Patrimonio en Peligro.

Las Islas Galápagos no solo son un paraíso para fauna y flora, además se ha convertido en uno para el ser humano. Imagen: Jacques Descloitres, MODIS Rapid Response Project at NASA/GSFC

Las Islas Galápagos no sólo son un paraíso para fauna y flora. También se ha convertido en uno para el ser humano.
Imagen: Jacques Descloitres, MODIS Rapid Response Project at NASA/GSFC

Desde la llegada de los primeros colonos se calcula que se han introducido unas 1300 especies tanto animales como vegetales (que ya son bichos para un archipiélago cuya isla de mayor tamaño no lega a los 5.000 km2). Las cabras, perros, gatos, cerdos y demás animales introducidos han causado un impacto bastante notable (aunque nada comparado con el producido por el de los humanos, causantes de todo el desequilibrio en las islas).

Pero la introducción de especies no es el único problema. Como podrás suponer, los habitantes de la isla no tienen mucho trabajo donde elegir: o te dedicas al turismo o te dedicas a la pesca. ¿Y cuál de los dos es el que está causando mayor impacto? La pesca, pensaras. ERROR. Es el turismo. Esta actividad careció de unos buenos controles hasta hace relativamente poco, cuando la llegada masiva de visitantes puso en jaque a los ecosistemas de las Islas Galápagos hasta que finalmente el gobierno ecuatoriano se propuso el control del turismo.

En la actualidad se busca alcanzar un desarrollo sostenible en las Islas Galápagos. Para ello:

  • Se está controlando la inmigración (cuanta menos gente, menos presión).
  • Se lleva a cabo un control exhaustivo de los productos que llegan a las islas para evitar la introducción de nuevas especies.
  • Se ha limitado el turismo favoreciendo uno más ecológico.
  • Las áreas turísticas están constantemente vigiladas para evitar comportamientos indeseados.
  • Cualquier barco que vaya a atracar en el archipiélago debe ser debidamente desinfectado antes.
  • La última medida tomada es la prohibición de bolsas de plástico y cualquier embalaje o contenedor de poliestireno expandido (poliexpan o corchopán, para que nos entendamos).

Espero que las medidas funcionen y que no tengamos que preocuparnos más por la conservación de las Islas Encantadas.