Las vemos sobrevolar nuestras casas, por encima de nuestras cabezas, pero no nos paramos a pensar si ese movimiento tiene algo de baile, de coreografía armónica con la Naturaleza. Los vientos llevan a las aves, van y vienen entre formas misteriosas y bucles sin fin.

El ritmo y la perfección aparece entre esa aparente descoordinación. Algo tienen que nosotros desconocemos, nos embauca y asombra de manera especial. ¿Cómo sincronizar a 3.000 aves para que sigan los vaivenes del líder? ¿Quién lleva la batuta aquí? Un espectáculo que nos deja boquiabiertos. Está claro que nosotros, los humanos, hemos perdido seguramente esa capacidad de instinto que a ellas les impulsa a moverse hacia aún sitio o a otro.

No te pierdas las fantásticas formas de su magnífico vuelo sosegado o vibrante, según el momento. Te dejarán anonadado. Ahora ya no verás nunca igual a estos animales, los verás con otros ojos diferentes.