A finales de año, el primer ministro de Australia, Colin Bennett, anunció una matanza de tiburones para controlar la población de grandes tiburones en las famosas playas de la región en respuesta al ataque fatal sufrido por el surfista Chris Boyd el pasado mes de noviembre.

Para protestar contra esta medida poco efectiva y populista de controlar una especie, y desmitificar la peligrosidad de los tiburones,  la modelo australiana y conservacionista, Hannah Fraser, ha llevado a cabo una singular y llamativa protesta rodando un vídeo submarino bailando con tiburones tigre que ha dado la vuelta al mundo.

El objetivo de este vídeo, rodado el las Bahamas, muestra a estas magníficas criaturas con todo realismo y naturalidad nadando al lado de la modelo, tan cerca que la modelo se topa cara a cara con un enorme ejemplar de tiburón tigre de cuatro metros, que lejos de asustarse apoya suavemente su mano sobre su gran cabeza.

Lo que hizo este rodaje singular era que Hannah estaba desprovista de cualquier equipo de submarinismo o equipo de buceo libre, vestida sólo con un diminuto biquini y el cuerpo pintado para crear una visión artística perfecta. Sin máscara, aletas o cualquier tipo de equipo de protección, la modelo debía confiar únicamente en sus habilidades, formación y experiencia, junto con el apoyo diligente de su equipo de expertos, para garantizar el rodaje transcurrió sin ningún contratiempo. A pesar de los riesgos, el equipo fue firme en su misión de crear las imágenes más vanguardista para oponerse no sólo la matanza de tiburones Australia, sino también la masacre mundial de tiburones.

Los tiburones llevan en la tierra desde hace más de 34 millones de años, jugando un papel fundamental en la red trófica del ecosistema marino. Si bien es cierto que esta especie ha tenido muy mala prensa después de míticas películas de cine donde se mostraba su fiereza desmedida, la realidad dice todo lo contrario, esta especie no es un animal más mortal que el hombre que mata al año unos 100 millones de ejemplares de tiburones, sin embargo los ataques esporádicos de tiburones provocan 5 muertes de personas al año.

Las reacciones en los medios sociales reflejan ira y tristeza, incluso los científicos han mostrado su preocupación sobre la estrategia adoptada para controlar la población de tiburones. Ha que tener en cuenta que es importante saber que el océano no es el patio de diversión del hombre, y hay que respetar a los seres vivos que habitan él.

Fuente: tearsofamermaid.com