Si estás pensando en darle un cambio a tu hogar, ten en cuenta que existen actualmente en el mercado, materiales y productos ecológicos respetuosos con el medio ambiente y con tu salud. Piensa que muchas veces tenemos episodios o trastornos médicos que no los achacamos a nada, y muchas veces vienen dados por los elementos de construcción con los que se levantó nuestra casa, que a lo largo del tiempo van soltando al aire que respiramos sustancias tóxicas de carácter acumulativo. Por lo tanto, intenta evitarlos, si vas a acometer una gran o pequeña reforma, aunque solo sea en una habitación; especialmente si hay personas alérgicas o niños viviendo allí.

Empezando por las propias paredes de cada estancia, puedes adquirir materiales aislantes ecológicos como lana de oveja, fibra de cáñamo, fibra de lino, algodón, celulosa, fibra de coco o corcho, Se pueden adquirir en grandes láminas y funcionan a la perfección, además de ser transpirables; algo que casi nunca se tiene en cuenta, ¡las casas tienen que respirar!.

Para los acabados de las superficies levantadas puedes utilizar piedras naturales, arcillas, coco, fibras naturales, etc. Y si lo que quieres es pintar las paredes, prueba a utilizar las pinturas ecológicas lavables que no huelen, y son ignífugas. Realizadas a base de agua, pueden ser de origen vegetal o mineral. La carta de colores es muy amplia, así que no hay ningún problema a la hora de la decoración. Marcas existen muchas, quizás es en lo que más se ha avanzado, pero tenemos que tener en cuenta que hay mucho más productos potencialmente tóxicos que se vienen usando en la construcción, y que hay que buscarlos ecológicos.

Respecto a los suelos, lo ideal sería que se colocasen de madera, piedra natural, corcho o linóleo. La primera que tenga el certificado FSC, el resto según el gusto de los inquilinos. Preocúpate de que sean materiales obtenidos en las cercanías, para fomentar la sostenibilidad.

La colocación de la madera en el suelo requiere de ciertos productos que existen en versión ecológica, selladores de juntas, fondos impregnadores, barnices o aceites con sello certificado. Libres de solventes, y con un uso limitado de compuestos orgánicos volátiles. Se conservan en muy buen estado, si se hace bien, y requieren poco o nada de mantenimiento.