Cuando Voltaire dijo en el siglo XVI: “Debemos cultivar nuestro jardín”, nos llamaba a una revolución que iba más allá del sentido literal de sus palabras y nos ponía en el camino de la ilustración, de revelarnos y pensar por nosotros mismos.
Hoy, cuando nos remitimos a sus palabras, sigue habiendo una convocatoria a actuar de manera autónoma, a que no nos enfoquemos sólo en las consecuencias que nos despliega la actualidad a nivel mundial: el calentamiento global, la deforestación, la inconsciencia ambiental etc., y en cambio, lo interpretemos de manera textual, cultivando nuestro propio jardín.
Sin ignorar que estos hechos existen y que sus consecuencias son devastadoras, también sabemos que de lo que más hablamos, es lo que más atraemos, por ello, nuestro jardín es el llamado actual.
El planeta necesita respirar y cada molécula de oxigeno que le sumemos lo hará más fácil y duradero. Los cambios a gran escala solo se logran cuando uno a uno actuamos de cierta manera y por consecuencia nos convertimos en una masa, siendo ya nuestro acto el factor común.
No importar donde vivamos, en apartamento, casa, finca, rascacielos o demás, siempre podremos ser fuente de oxigeno tan sólo creando nuestro propio jardín.
El paso a paso de cómo crear una pequeña línea de especias en el borde de la ventana, nos llevará a salir de la zona de denuncia (Pre-ocupación), y pasar a la zona de la acción, a ocuparnos de la situación.
- Mira el espacio con el que cuentas. Las plantas aromáticas necesitan sol y riego de agua, por esa razón debemos asignarles un espacio de fácil acceso y cerca de la fuente de luz natural.
- Busca en la casa cualquier recipiente que tenga un par de agujeros en el fondo o que se los puedas hacer (macetas de plástico, de cerámica, latas, cajas de zapatos, botellas de agua recortadas, en fin).
- Rellena el recipiente escogido con tierra de huerto y/o sustrato.
- Planta semillas de especias que sean de consumo frecuente y de raíces poco profundas como: albaca, menta, hierbabuena, cebollino, perejil, cilantro, órgano, romero, entre otras.
- Dales unas semanas y empieza a disfrutar del brote de la vida y de tu aporte real y sustancial al planeta.
Si tienes la posibilidad de proyectarte a mayor escala, no dudes en hacerlo, lleva tu jardín afuera, crea una huerta, incursiona en la agricultura urbana, techos verdes, y mucho más.
¡Ponte en movimiento! Se el cambio que quieres ver.
Escribe: Catalina Morales de SerCambio
Sobre la autora: Catalina Morales es comunicadora, una mujer comprometida con el acto de vivir y apasionada por la consciencia y la evolución personal. Su blog SerCambio se enfoca en darle a las personas herramientas para evolucionar y ser el cambio que quieren ver en el mundo. Puedes seguirla en Facebook y Twitter.
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