El proyecto ADECAR busca el desarrollo de una nueva tecnología de purificación de aguas residuales, de manera que se pueda obtener, de forma sostenible, agua apta para el consumo humano.
ADECAR es un proyecto de investigación y desarrollo de la tecnología de desionización capacitiva, que puede aplicarse a la regeneración de aguas residuales urbanas e industriales, tanto dulces como salobres, para eliminar nutrientes disueltos considerados como macrocontaminantes, en particular especies iónicas que contengan, principalmente, nitrógeno y fósforo, además de sulfatos, boro, litio y arsénico.
Esta tecnología de purificación del agua es una alternativa sostenible a los tratamientos clásicos, es decir, la ósmosis inversa y la electrodiálisis. La desionización capacitiva consume menos energía y reduce la emisión de gases de efecto invernadero.
Además, presenta una mayor compacidad, por lo que necesita menos espacio, algo primordial en las zonas litorales, donde cobra especial importancia el valor del suelo. Es por ello que su aplicación será clave en aquellos territorios donde el recurso hídrico es escaso, como zonas áridas o islas.
Los procesos tradicionales, como la ósmosis inversa y la electrodiálisis, han ido mejorando sus prestaciones pero aún requieren un alto consumo eléctrico que hace poco rentable la potabilización de aguas. La desionización capacitiva es más económica, necesita un menor aporte energético, trabaja a menos presión y no precisa de membranas.
El funcionamiento de la desionización capacitiva es grosso modo el siguiente: se introducen un par de electrodos en el agua a tratar que aplican una carga eléctrica, de forma que los iones presentes en el agua, como los de nitrógeno y fósforo, se adsorben en el electrodo de signo contrario.
Uno de los puntos clave de la sostenibilidad de este proceso es que una parte de la energía aportada a la desionización se puede recuperar más adelante, en la etapa de regeneración, lo que minimiza considerablemente el consumo energético y, por consiguiente, el coste de la operación. De esta forma se contribuye, además, a reducir la huella de carbono.

Representación esquemática del concepto de Desionización Capacitiva
Otro aspecto significativo de la desionización capacitiva es que no necesita un caudal excesivamente alto. Esto ayuda a reducir el impacto ambiental de esta tecnología experimental de purificación de aguas, que podría implantarse en estaciones depuradoras ya existentes.
El proyecto ha sido financiado por el subprograma INNPACTO, ahora dependiente del ministerio de economía y competitividad, desde su puesta en marcha en septiembre de 2011 y se espera que concluya en agosto de este año. Entre los participantes en el mismo se encuentra Isolux Ingeniería, el Instituto IMDEA Energía, Proingesa, la Universidad de Córdoba y la empresa Nanoquimia.
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