Después de la “descafeinada” Cumbre del Clima de Varsovia que nos dejaba bastante desilusionados, podemos estar ante una nueva arma para la lucha contar el cambio climático. Los polémicos “drones” o vehículos aéreos no tripulados, utilizados para vigilancia y para realizar asesinatos selectivos sin poner en riesgo la vida de su personal militar, podrían tener un uso civil para luchar contra el cambio climático.

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Científicos de la Universidad de Wake Forest, liderados por el el biólogo conservacionista Miles Silman realizará a cabo la investigación con “drones” del bosque tropical de niebla de Perú, uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del mundo y clave en el estudio de los efectos del Calentamiento Global.

Los “drones” permitirán a los investigadores una gran mejora con respecto a las capacidades satelitales actuales con una mayor resolución para entender de este modo como se comporta la naturaleza. «Una vez que construyamos una mayor comprensión de por qué la selva se está comportando de una manera determinada, podemos empezar a tomar decisiones acerca de cómo debemos conservar esta región y asegurarse de que sigue funcionando.», dijo Max Messinger, un estudiante graduado de la biología que trabajó con el director del laboratorio de química Marcus Wright en el montaje y pruebas de los aviones no tripulados.

Los investigadores recibieron financiación de la Fundación Nacional de Ciencias y Centro de Wake Forest de Energía, Medio Ambiente y Sostenibilidad.

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Fotografías a vista de pájaro

La investigación esta provista de dos “drones”, uno de ellos es un helicóptero no tripulado, compuesto por ocho pequeñas hélices capaces de volar a 15 kilómetros por hora con una autonomía de 20 minutos. El dron, puede ser equipado con cámaras de luz visible convencional o cámaras térmicas para recopilar datos sobre todo de las características y temperatura de hojas y flores y del comportamiento animal.

El otro dispositivo es pequeño avión no tripulado capaz de tomar fotografías de un objeto desde múltiples ángulos. Luego se utilizan las fotos para construir modelos tridimensionales que se pueden estudiar en el laboratorio.

En lugar de depender de un operador humano, los aviones no tripulados pueden volar de forma autónoma, utilizando los datos de posicionamiento global, las coordenadas de GPS y los sistemas de estabilización.

El uso de esta tecnología es muy sencilla, los vehículo autónomos están conectados a un software, en cual tiene la capacidad de planificar misiones de vuelo. Accionando un botón el “dron” sobrevuela la ruta planificada, y sólo hay que espera los resultados.

La ventaja de estos sistemas, a diferencia que las imágenes satelitales, es su resolución. Si bien los satélites dan unos sistemas detallados sobre los cambio del clima, no son tan efectivos como los “drones” que son capaces de vez fotografiar la superficie desde distancias más cortas, “a vista de pájaro”, y además son más baratos y manejables que los helicópteros o aviones tripulados.

Fuente: www.sciencedaily.com