El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, un bien escaso al que, actualmente, no tienen acceso más de 780 millones de personas en el mundo según la ONU. Por esa razón, de la mano de Air Liquide os mostramos la indispensable labor que desempeñan las estaciones depuradoras de aguas residuales, las potabilizadoras y las desaladoras.
Air Liquide, líder mundial de los gases para la industria, la salud y el medio ambiente, desarrolla tecnologías para poder mejorar la calidad del agua, tanto en los procesos de potabilización como de depuración después de su uso doméstico o industrial.
¿Qué son las estaciones depuradoras de aguas residuales (E.D.A.R.)?
Las EDAR son instalaciones donde se trata las aguas residuales procedente de las actividades industriales o domésticas para devolverle sus características originales, hasta unos límites marcados por la Normativa en función del medio receptor (un río, el mar u otra depuradora).
La depuración se realiza en diferentes etapas eliminando compuestos solubles e insolubles hasta conseguir recuperar las propiedades físicas y químicas del agua. El proceso conlleva la producción de un residuo llamado fango que debe ser posteriormente eliminado o reciclado.
El oxígeno, el dióxido de carbono y el ozono se utilizan en distintas fases de la depuración para conseguir procesos más eficaces y saludables.
¿Qué son las potabilizadoras y desaladoras (E.T.A.P Y E.D.A.M.)?
Se denomina estación de tratamiento de agua potable (ETAP), o estación potabilizadora de agua al conjunto de estructuras en las que se trata el agua de manera que se vuelva apta para el consumo humano.
Por otro lado, las estaciones desaladoras de agua marina (ETAP) son plantas que procesan el agua de mar para transformarla en agua potable.
El agua destinada al consumo humano procedente de diversas fuentes como los acuíferos subterráneos, los embalses o el mar, debe reunir unas características de color, olor y sabor, así como unos requisitos higiénico-sanitarios establecidos por la normativa.
A continuación se comentan algunas aplicaciones de gases que se utilizan en estos procesos:
Oxígeno
- El oxígeno es un gas presente en la atmósfera aproximadamente en un 20% que permite respirar a la mayoría de los seres vivos, incluidos los microorganismos que depuran el agua residual.
- Si se proporciona el oxígeno necesario a estos microorganismos, el rendimiento de las plantas depuradoras mejora. La instalación de oxígeno puro en una depuradora puede llegar a duplicar su capacidad de tratamiento con respecto a una instalación convencional con aire.
- El oxígeno evita la proliferación de bacterias que producen mal olor en muchos procesos de depuración.
- El oxígeno también oxida los sulfuros, otra de las principales causas de mal olor.
- La aplicación de oxígeno puro reduce la formación de espumas y aerosoles.
- El consumo energético de las depuradoras se ha incrementado en los últimos años, llegando actualmente hasta un 56 % de los costes totales de operación. El oxígeno necesita 5 veces menos energía que el aire para disolverse en el agua, permitiendo un importante ahorro energético.
Dióxido de Carbono
- El dióxido de carbono es un gas no corrosivo y no oxidante presente en la atmósfera en pequeñas cantidades (0,03%). Cuando se disuelve en agua se combina formando ácido carbónico, que se puede utilizar para regular el pH y neutralizar efluentes alcalinos, sustituyendo a ácidos fuertes como el sulfúrico, nítrico o clorhídrico.
- La utilización de dióxido de carbono elimina toda manipulación del producto, y por tanto los riesgos que implica esta manipulación.
- Su utilización no deja residuos en el agua, eliminando la contaminación con sulfatos, nitratos o cloruros.
- En determinadas condiciones el ácido carbónico forma bicarbonatos, lo que favorece el equilibrio en el agua tratada, es decir, que no sea ni agresiva ni incrustante.
- Se utiliza en potabilizadoras y desaladoras para remineralizar el agua, dotándola de las características organolépticas adecuadas.
- En aguas excesivamente duras o incrustantes, el ácido carbónico se utiliza para regular el pH después de la eliminación del exceso mineral.
Ozono
- El ozono es una molécula formada por tres átomos de oxígeno, localizado principalmente en las capas altas de la atmósfera, que tiene una alta capacidad oxidante.
- Esta propiedad hace del ozono un potente desinfectante que puede eliminar de forma eficaz bacterias, algas, virus y otros microorganismos.
- Cuando el ozono reacciona se descompone en oxígeno sin dejar ningún residuo en el agua. Esto permite su utilización para eliminar materia orgánica y microorganismos obteniendo un agua potable más saludable.
- Tanto el ozono como el oxígeno oxidan el hierro y el manganeso, que en ocasiones pueden dar color y sabor en el agua.
- El ozono permite la eliminación de compuestos presentes en pequeñas concentraciones como plaguicidas fitosanitarios o trazas de medicamentos en el agua potable.
- Como tratamiento en el agua residual, el ozono permite la decoloración y la desinfección de efluentes, y hace posible su reutilización.
- El ozono puede eliminar la toxicidad de algunos efluentes industriales, haciéndolos más biodegradables y permitiendo su tratamiento biológico.
- El ozono puede reducir la producción del fango generado en los procesos de depuración, así como evitar los problemas de esponjamiento y espumamiento.
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