Muchas son las personas adictas a este pequeño cilindro, pero ¿sáben realmente lo que están consumiendo?

Hasta ahora, la normativa del tabaco sólo contempla los límites máximos de nicotina (1 mg/cigarrillo), alquitrán (10 mg/cigarrillo) y monóxido de carbono (10 mg/cigarrillo). Sin embargo, diversas investigaciones han descubierto alrededor de 4.000 sustancias químicas presentes, de las cuales unas 40 de ellas pueden ser cancerígenas para el hombre y unas 200 son venenos conocidos. Algunas de las principales, y más preocupantes de paso, son: Alquitrán (Una de las causas del cáncer, pues esta sustancia se deposita en los pulmones), Nicotina (Considerada la sustancia química que provoca la adicción), Amoníaco (Gas incoloro y de olor característico que comúnmente se usa como componente de los productos de limpieza), Butano (Entre otras cosas, se usa como combustible doméstico, ya sea para cocinar o para dar calor),        Metano (Se usa como combustible para cohetes espaciales), Cadmio (Presente en bacterias),     Arsénico (Veneno para hormigas) y Monóxido de carbono (Este, presente en el humo de escape de los coches, es el más perjudicial, ya que limita el oxígeno del cuerpo)

Y para quienes creen que el tabaco de liar es menos perjudicial, se equivocan. El tabaco de liar supera los niveles de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono que el cigarrillo convencional, teniendo una media de 1,3 mg/cigarrillo de nicotina y15,6  mg/cigarrillo de alquitrán y monóxido de carbono.

Una pena que el dinero esté por encima de la salud, y no exista una ley que prohíba la producción de tabaco. Pero aunque la hubiera, seguro que el capitalismo inventaría otra cosa que tuviera el mismo efecto.

Fuente: SINC