Si a última hora has pensado poner un árbol de navidad en tu hogar, nosotros te dejamos esta idea para que te sirva de referencia. Sólo tienes que tener unos libros o unas cajas de madera o cartón en un color que te guste; en principio son más navideños el blanco, el rojo o el verde. Si no tienes tantos elementos de las mismas tonalidades, no te preocupes también puede servirte coger los pinceles y ponerte a echar unos cuantos brochazos. Puedes probar, además, a insertar algún que otro tono en diferentes filas. Pruebalo, y si no te gusta siempre estás a tiempo de desmontarlo todo.

Y no se te olvide el espejo, hará de trampantojo a la vista, y todos pensarán que el árbol es compartido por el vecino, o que tienes un túnel secreto a un espacio irreal, cuya entrada es el espejo. Versiones hay muchas, según desde dónde lo mires o te sitúes. Nunca había sido tan fácil montar un rincón navideño en nuestra casa. ¡Todo es cuestión de imaginación e ingenio; y ganas, que no falten!. No te tendrás que desplazar a ningún sitio para comprar, y te saldrá barato, barato. En lo referente al espejo, puedes utilizar uno más pequeño que tengas; aunque el efecto es mucho mayor cuando la dimensión sobrepasa la mitad de la pared.

Un árbol sostenible, realizado con materiales reutilizados, de los que luego no te tienes que desprender. ¡Lo único, volver a dejarlos en su sitio correspondiente!.

¡Felicidades a todos los que nos seguís cada día, que paséis unas buenas fiestas eco-responsables con vuestros seres queridos!

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