La XVIII Cumbre Mundial de Cambio Climático en Doha, Qatar (COP18), comenzará la semana que viene del 27 de noviembre al 7 de diciembre de 2012. La Cumbre arranca con el pesimismo de las anteriores COP17, COP16, COP15…, y con la ilusión de que se llegue a un acuerdo mundial con medidas drásticas en la lucha para frenar el Calentamiento Global, y no en simples intenciones. Pero los gobiernos no están siendo conscientes que el aumento de gases de efecto invernadero producidos por el hombre está aumentando la temperatura global en dos grados con resultados catastróficos, tales como la escasez de agua, inundaciones, erosión costera y la pérdida del 30 por ciento de las especies animales y vegetales.
En palabras de Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la ONU (CMNUCC), “Doha debe cumplir sus metas de acelerar las acciones globales hacia un futuro de emisiones que brinde a todos la posibilidad de una vida sostenible”. En este sentido es optimista esperanzada que en «Doha los gobiernos acordaren que es un imperativo permanecer al menos por debajo de dos grados de calentamiento global para evitar los peores impactos del cambio climático«, señaló Christiana en un reciente comunicado.
Al mismo tiempo, señaló que «saben que esto no se puede alcanzar sin más transformaciones drásticas en la producción y uso de la energía y sin un apoyo efectivo a las naciones en desarrollo para que puedan construir sus propios futuros sostenibles«.
¿Es demasiado tarde?
En el “Boletín anual sobre los gases de efecto invernadero”, revelado ayer, por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la cantidad de partículas de los principales causantes del calentamiento global, dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, no ha dejado de aumentar. El primero objetivo se planteó que no superara los 350ppm. Actualmente el objetivo fijado por Naciones Unidas es que no se supere el límite de 450ppp, límite que, si nadie le pone freno, y se toman medidas para avanzar a una sociedad más limpia, se sobrepasará en las próximas décadas.
Otro informe científico, “Turn Down the Heat”’ señala que, si el mundo avanza por el mismo camino, se traducirá en un aumento de 4 ºC en la temperatura del planeta para finales del presente siglo, y que las actuales promesas con respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero no contribuirán mucho a contener tal aumento.
“Se puede y se debe evitar un aumento de 4 grados de la temperatura mundial; tenemos que frenar el calentamiento del planeta para que no supere los 2 grados”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim. “Si no se adoptan medidas con respecto al cambio climático se corre el riesgo de que el mundo que hereden nuestros hijos sea completamente diferente del mundo en que vivimos hoy. El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta el desarrollo y tenemos que asumir la responsabilidad moral de actuar en beneficio de las generaciones futuras, especialmente los más pobres”.
En el informe se señala que un aumento de 4°C podría tener consecuencias devastadoras: inundaciones de ciudades costeras; mayores riesgos para la producción de alimentos, lo que podría provocar un aumento de las tasas de desnutrición y malnutrición; mayor aridez en muchas regiones áridas, y mayor humedad en las regiones húmedas; olas de calor sin precedentes en muchas regiones, especialmente en los trópicos; marcado agravamiento de la escasez de agua en muchas regiones; aumento de la intensidad de los ciclones tropicales, y pérdida irreversible de diversidad biológica, incluidos los sistemas de arrecifes de coral.
¿Cómo podemos solucionan esto?
Está claro que el Cambio Climático requiere un esfuerzo de TODOS los países para realizar un cambio en sus políticas económicas basadas en el incremento del PIB como baremos de riqueza, y caminar juntos hacia una revolución tanto energética como social basada en la Sostenibilidad.
Para evitar los peores impactos del Calentamiento Global necesitamos una reducción drástica y rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero. El sector energético es el mayor responsable del conjunto de estas emisiones, por ello hay que buscar un cambio en el modelo energético, buscando la sustitución de las fuentes de energía sucias actuales, como el carbón y el petróleo, por energías renovables.
Por otro lado la población también puede contribuir drásticamente en la reducción de los gases de efecto invernadero, mediante políticas de ahorro energético.
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