Holanda, el país de las mil flores, siempre nos da la bienvenida con una sonrisa. Su gente hospitalaria y tolerante, nos demuestra diariamente su conciencia ecológica y su amor por la naturaleza. La bicicleta es el medio de transporte más utilizado en la mayoría de las ciudades, el coche queda en un segundo plano. Lo importante es disfrutar del camino, del viaje. Gracias a su llana geografía, podemos disfrutar de la contemplación de sus bellos parajes, de los que forman parte indiscutible vastos prados con multitud de especies vegetales silvestres, cómo anémonas, begonias, azucenas, fresias y junquillos. Entre ellos sobresale la figura recortada de los imperecederos molinos de viento, así como los largos canales, llenos de vida y fauna. La gaviota reidora, el vencejo común, el ánade real, la garza real, la focha común son las especies avícolas características de estos humedales; aunque también son fácilmente visibles el zorro rojo, la cierva, el corzo o el jabalí en zonas más salvajes.
El mar de Wadden es el humedal costero de mayor tamaño y más importante de Europa, y está incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Mamíferos marinos como la foca común, la foca gris y la marsopa común viven en esta área, y cada año sirve de lugar de reproducción e invernada a doce millones de pájaros, acogiendo un 10% de la población de 29 especies migratorias.
En Holanda existen 20 parques nacionales entre ellos sobresale el Parque Nacional Weerribben-Wieden en la provincia de Overijssel, porque fue el primero que ganó la certificación de “Turismo sostenible en zonas protegidas”. Destaca también el Parque Nacional de Schiermonnikoog, para observación de aves y el Parque Nacional De Dwingelderveld, ocupado por bosques, brezales y pantanos.
Toda esta diversidad la podemos apreciar en los cuadros de los diferentes artistas que plasmaron con sus pinceles la realidad holandesa: Van Gogh, Rembrandt, Van Eyck, Van Ruisdael, Van Goyen, Hendrick Avercamp o Van der Neer. Ellos nos dejaron un legado importantísimo que repercutirá a lo largo de la Historia de la Pintura Paisajística a todos los niveles.
Y volviendo a nuestra época, en los viajes a Holanda prevalece el ecoturismo y el turismo sostenible que habita en el espíritu holandés. Barcazas de los canales se han transformado en pequeños alojamientos, granjas ecológicas reciben al turismo familiar para agasajarle con las típicas tradiciones del país, el turismo rural está adquiriendo un gran auge con hoteles ecológicos que ofrecen a sus huéspedes una cocina sana de temporada con productos recogidos de su propia huerta ecológica, y se han creado los denominados Parques Vacacionales en las provincias de Gelderland y Overijssel.
Hay además, rutas para ir en bicicleta como la que hay para recorrer el Parque Nacional De Hoge Veluwe. El cicloturismo tiene en los Países Bajos toda una red de carriles bici señalizados, para pedalear disfrutando de todos los placeres de la biodiversidad holandesa. Los polders (tierra ganada al mar) y los diques serán un panorama único para tus ojos, pero siempre se puede hacer una parada para poder degustar la comida típica: el queso Gouda o el Edam, o paladear la rica sopa de guisantes (erwtensoep) o el recomendable potaje de patatas, zanahoria, cebolla y carne (hutspot) y las albóndigas de carne, pescado o gambas (Kroketten). Y ya puestos ha recorrer pueblos, párate en alguno en el que puedas adquirir el símbolo de los Países Bajos: unos zuecos de madera de Poplar o Álamo (klompen), árbol que crece allí en las zonas húmedas.
Sus tierras y sus gentes te impactarán, ¡no dejes de visitar Holanda, su espíritu eco te transformará!.
Imágenes de la Oficina de Turismo de Holanda
1 Comentario