Si estás deseando pasar unas vacaciones de aventura rodeado de paisajes increíbles y playas vírgenes, tu destino es Mojácar. Esta localidad almeriense goza de un clima cálido durante todo el año, su situación privilegiada a tan sólo 2 km de la costa, la hace ser el lugar elegido por muchos privilegiados para vivir todo el año. Desde luego, no les faltan razones para quedarse. Situada en los confines de la Sierra Cabrera, podemos gozar de unas vistas maravillosas en las que el cielo azul se posa sobre el mar Mediterráneo.

Su topónimo se remonta a la antigua civilización griega, en la que se erigió un asentamiento denominado Murgis-Akra, vocablo que al latinizarse tomó el nombre de Moxacar; más tarde, sería Muxacra para los árabes, y finalmente, se quedó con Mojácar.

Toda la impronta de las civilizaciones que pasaron por ella, ha quedado reflejada en sus calles. Fundamentalmente la herencia musulmana está patente en cada rincón del pueblo: callejuelas angostas, fachadas con un blanco impoluto, edificaciones cúbicas, plazas y arcos a cada vuelta de esquina sorprenden a todos los que la visitan por primera vez. En estas viviendas, donde muchas veces están instaladas preciosas tiendas, podemos adquirir productos artesanos típicos realizados con esparto; también jarapas u originales objetos de cerámica.

17 km. de playas y calas nos esperan. La Junta de Andalucía nos recomienda las de la Rumina, del Descargador, de la Vista de los Angeles, del Cantal, de la Cueva del Lobo, de las Ventanicas, los acantilados de Sierra Cabrera, entre los que se encuentran las playas de Macenas, las calas del Peñón, del Sombrerico, del Lance y de la Granatilla. De entre ellas, 12 km son vírgenes, con 4 banderas azules certificando su buena conservación, contando además con una amplia zona destinada a los amantes del naturismo.

Mojácar es receptora de deportes de aventura y de turismo activo. Sus aguas cristalinas y la biodiversidad marina que guardan, son el escenario perfecto para practicar ecobuceo; y sus parajes naturales fantásticamente conservados, nos invitan a practicar el senderismo. En la zona serrana podemos encontrarnos con una gran diversidad de flora, siendo  especies endémicas como cambrones, palmito, lentisco, acebuche, retamas, espartos, tomillos y cerrillas, los que nos acompañarán en nuestra travesía. Y en cuanto a la  fauna, tendremos ocasión de avistar a jabalíes, tortugas moras (especie protegida), lagartijas, zorros, garduñas y águilas perdiceras.

El alojamiento, en ésta población cosmopolita, es muy variado. Podemos optar por un hotel en Mojácar pueblo u otro más cerca de la playa, dependiendo de nuestras preferencias. Los hay para todos los bolsillos y formas de viajar. Aunque si lo tuyo son las rutas, puedes optar por un alojamiento rural con encanto. ¡Con la gran variedad de hospedajes existentes es imposible no poder disfrutar de un pueblo que te espera con los brazos abiertos!

La mejora de las infraestructuras dirigidas hacia un modelo de desarrollo sostenible y la variedad de actividades existentes muestran al visitante la riqueza de este espacio natural único. ¡No esperes más, visita Mojacar!