Estando la mayor parte de España rondando los 40 grados centígrados, sin parar de sudar y buscando refugio en casas, playas o piscinas; nos sorprende una noticia que asegura la llegada al hemisferio norte de una nueva Pequeña Edad de Hielo. La teoría proviene del astrofísico ruso Habibullo Abdusamatov, y con él son ya algunos científicos los que están a favor, y la secundan.

Las corrientes oceánicas en el punto de mira

Al parecer, según Abdusamatov, comenzaremos a sentir esos efectos glaciares, que formarían parte del ciclo climatológico del propio planeta Tierra. En ello influye las propias corrientes oceánicas, como ya se sabe. En este caso, la corriente del Golfo es la que más influencia tiene en el clima del continente europeo, ya que trae consigo el agua cálida del mar Caribe hacia el este y norte europeo, lo que ayuda a que tenga este territorio un clima templado.

Pero además de las corrientes oceánicas, hay otro factor predominante para alterar la temperatura terrestre, y esa es la propia actividad solar, que también interviene en el propio calentamiento o enfriamiento de la Tierra.

La cuestión, según apuntan estos científicos, es que podría haber un colapso de estas corrientes oceánicas como las del Golfo, con lo que bajarían las temperaturas en estos países europeos afectados por su cálida regulación, como son Noruega, Finlandia, Dinamarca o Suecia. Entonces no existiría un derretimiento del casquete polar, más bien se ayudaría a la creación de mayores masas de hielo en esta zona.

Este científico que lleva estudiando el sol toda su vida laboral, se ha erigido como estandarte del posicionamiento en contra de la teoría del calentamiento global de origen antropogénico.

Paisaje

¿Tendremos un paisaje helado en toda Europa?

El sol es el que más influye en los cambios climáticos cíclicos

La desviación a largo plazo en el balance energético anual medio de la Tierra desde el estado de equilibrio (exceso de irradiancia solar total entrante acumulada por los océanos o su deficiencia) dicta un cambio correspondiente en el estado energético y en el clima de la Tierra. 

La Pequeña Edad de Hielo es un periodo cuasi bicentenario de enfriamiento profundo sin interrupción al calentamiento. De hecho, hemos tenido ya cuatro períodos de la Pequeña Edad de Hielo relacionados con los grandes mínimos cuasi bicentenarios de los ciclos solares: Wolf, Sporer, Maunder y Dalton, respectivamente.

Las variaciones cíclicas a largo plazo en la energía total media anual de la radiación solar que entra en las capas superiores de la atmósfera terrestre, causada por los ciclos astronómicos de Milankovitch, son la principal causa fundamental de las correspondientes variaciones climáticas (glaciaciones) en la Tierra. Los ciclos de Milankovitch a largo plazo causan cambios en la irradiancia solar total. Estos cambios provocan variaciones en la temperatura a largo plazo, explicaba Habibullo Abdusamatov en una entrevista publicada en Meteored del año 2017.

Iceberg

Detalle de iceberg. Imagen de Denise Grisham.

El cambio climático no es antropogénico

El contenido total de CO2 en los océanos es aproximadamente 50 veces mayor que en la atmósfera y, a medida que se calienta o se enfría según la intensidad del Sol, libera o absorbe estos gases, respectivamente. Incluso una «respiración» oceánica débil puede cambiar drásticamente el nivel de CO2 en la atmósfera. Los cambios en el dióxido de carbono atmosférico no están siguiendo el ritmo de las emisiones humanas.

El impacto de estos gases como mecanismo de cambio climático es secundario y menor en comparación con el poder del Sol. En comparación con la actividad humana, las causas naturales desempeñan un papel más importante en las variaciones climáticas y en el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera, ya que los factores naturales son sustancialmente más potentes.

¿Calentamiento simultáneo en otros planetas?

A principios del último cuarto del siglo XX se estableció el calentamiento simultáneo de la Tierra, Marte y otros planetas y satélites de planetas en el Sistema Solar. En el año 2005, datos de las misiones espaciales Mars Global Surveyor y Odyssey de la NASA revelaron que las capas de hielo de dióxido de carbono cerca del polo sur de Marte habían estado disminuyendo durante tres veranos consecutivos. ¿Hay algo en común para todos los planetas del Sistema Solar cuya acción podría desencadenar su calentamiento simultáneo durante el mismo período de tiempo? Debido a que no hay emisiones hechas por el hombre en Marte, dicho calentamiento se debe a otras causas, como un Sol que se calienta, y estas mismas causas son responsables del calentamiento observado en la Tierra durante prácticamente todo el siglo XX. Este factor común, que afecta simultáneamente a todos los cuerpos del Sistema Solar, es un alto nivel de irradiancia solar total a largo plazo durante prácticamente todo el siglo XX. Por ello, el calentamiento simultáneo en la Tierra, Marte y todo el Sistema Solar tiene un origen solar natural y confirma la acción del verano solar en todo el Sistema Solar, así como la alternancia de las condiciones climáticas en él.

Según el propio científico, un enfriamiento global vendrá independientemente de si los países industrializados ponen o no un límite a sus emisiones de gases de efecto invernadero, ya que las cantidades de los flujos naturales de dióxido de carbono de los océanos y de las zonas de tierra a la atmósfera, y de la atmósfera a los océanos y tierra exceden muchas veces las descargas antropogénicas de estas sustancias a la atmósfera.