Hoy se conmemora el Día Mundial del Suelo 2022 en el calendario medioambiental, la perfecta ocasión para relacionar los distintos tipos de suelos con las plantas que mejor se desarrollan en ese sustrato, su interrelación y su afinidad.

El suelo es un ser vivo que necesita de una serie de cuidados específicos. En la naturaleza suele estar en muchos casos equilibrado gracias a los distintos actores que ayudan a esa conservación.

¿Qué es el microbioma del suelo?

La microbiota del suelo está conformada por los seres vivos bacterias, arqueas, hongos, algas y protozoos que lo habitan. Súmando “su teatro de actividad”, es decir, las estructuras microbianas, los metabolitos, los elementos genéticos móviles (p. virus y fagos), y el ADN reliquia encontrado en el hábitat del suelo, todos ellos componen el microbioma.
No existe un microbioma típico del suelo, porque varía con el ambiente del suelo. Sin embargo, es importante saber que los microbios del suelo forman los ecosistemas probablemente con la genética más diversa de todas las comunidades del planeta.

Esta diversidad es fundamental para garantizar la prestación de una amplia gama de servicios ecosistémicos, incluido el suministro de agua y aire limpios, alimentos y materias primas, espacio recreativo y biodiversidad.

Además, el microbioma del suelo está involucrado en el sistema climático del planeta, porque es un impulsor directo del efecto invernadero terrestre flujos de gas y dinámica del carbono en el suelo. Si quieres saber todos los tipos de suelos que existen en el mundo, puedes consultar el Atlas interactivo de Soil Grids.

Es evidente la relación directa existente entre el microbioma del suelo y la salud humana.

Los cambios en el microbioma del suelo pueden causar, a su vez, cambios en las funciones del suelo. Por ejemplo, si el se altera el tipo y número de especies microbianas, las actividades que realizan pueden, en consecuencia, hará que esos ecosistemas dependientes experimenten algun tipo de fluctuación. Esos cambios profundos y generalizados pueden tener efectos significativos indeseables y potencialmente  peligrososa largo plazo.

Infografia

Infografía: Tipos de suelos para las plantas.

6 tipos de suelos para las plantas

Suelo franco

Tres componentes principales componen el suelo: arena, limo y arcilla. Este tipo de suelo incluye los tres en cantidades iguales. Eso significa que drena bien, retiene mucha humedad y respira lo suficiente como para que el aire llegue a las raíces de una planta. Esos factores lo convierten en una opción ideal para la jardinería o el huerto

Plantas que les gusta este suelo: en general a todas las plantas les beneficia, menos a las carnívoras y a las acidófilas, en concreto.

Suelo arenoso

La textura arenosa del suelo arenoso lo hace naturalmente seco y desmenuzable. Por lo general, no es muy nutritivo; sus nutrientes se pueden lavar fácilmente durante los períodos húmedos. Pero siempre que se complemente con fertilizante orgánico o similares, el suelo arenoso es un gran lecho para tubérculos (zanahorias, remolacha, apio, patata, rábano…), árboles (higuera, granado, almendro, olivo, algarrobo…) y bulbos (tulipanes, cebolla, etc.).

Suelo limoso

La alta concentración de limo de este suelo le permite retener grandes cantidades de humedad y nutrientes. Eso lo convierte en una opción fantástica para la jardinería, siempre que su jardín drene adecuadamente. Mezcla un poco de abono orgánico y tu suelo limoso se adaptará perfectamente para frutas y verduras. Los árboles como  los chopos, los sauces, los fresnos o los álamos se desarrollarán perfectamente en este tipo de suelo.

Suelo de turba

La “turba”, un material natural esponjoso hecho de materia orgánica parcialmente descompuesta, se forma típicamente en humedales y pantanos. La turba hace que este suelo sea ácido y menos nutritivo. Para cultivar plantas sanas en suelos de turba, mezcle materia orgánica rica en nutrientes, además de aditivos como la cal para reducir la acidez.

La turba negra es adecuada para plantas del huerto, plantas con flores o árboles. La turba rubia es mejor para plantas acidófilas como azaleas, hortensias, camelias o gardenias, también para el arce japonés.

Suelo calcáreo

Los altos niveles de creta hacen que este suelo sea alcalino, lo opuesto a ácido. Algunas plantas, como las lilas, las retamas, las acacias, las clavelinas, los alelíes y las hiedras de Boston, prosperan en suelos alcalinos. Otros sufrirán deficiencias de nutrientes, lo que se apreciará en hojas amarillentas y con el retraso en el crecimiento.

Los jardineros al tener delante un suelo calcáreo se enfrentan a dos opciones: quedarse con las plantas que crecen mejor en un ambiente alcalino, o cultivar y corregir el equilibrio del pH de su suelo con materiales orgánicos de compost.

Suelo arcilloso

Es fácil detectar el suelo arcilloso, generalmente grisáceo y húmedo, con tendencia a pegarse en grupos. El suelo arcilloso es ideal para arbustos como hostas. Hay plantas que les gusta este suelo: todas las crucíferas, pero también a árboles frutales como el manzano, el membrillo, el cerezo, o el peral.