Se trata de un proyecto pionero en Europa que persigue conocer los mecanismos de reproducción y del ciclo natural del coral naranja (Astroides calycularis) y generar herramientas de gestión para su conservación.

Hace poco más de un año que el programa MedCoral puso en marcha la acción piloto para la siembra de corales. El proyecto de conservación, que lleva a cabo HyT en colaboración con el Acuario de Sevilla, logra por primera vez cerrar el ciclo reproductivo del coral naranja, con un 100% de supervivencia en el medio.

Corales

Aspecto de los colares naranjas en su ecosistema.

Desarrollo del proyecto

MedCoral, el Programa de HyT para el conocimiento y conservación de los corales del Mediterráneo comenzó hace 15 años con el estudio de los diferentes corales del Mediterráneo, en especial de los aspectos biológicos, ecológicos y genéticos del coral naranja.

Durante estos años de estudio y seguimiento intensivo de la especie, se han podido conocer los aspectos clave de su biología, “lo que nos ha permitido desarrollar una iniciativa pionera en nuestro litoral y en el ámbito nacional e internacional, integrando además innovación, ciencia e ingeniería en cada uno de los pasos realizados” comenta David León, Coordinador de Proyectos en HyT.

El éxito de esta acción, que nunca se había realizado en España, abre la puerta a nuevas técnicas de custodia y posible recuperación de espacios y hábitats en el medio marino, a través de una técnica no invasiva, que además asegura el stock genético de las poblaciones, frente a otras técnicas existentes.

David León

Primera fase

La primera fase de esta acción comenzó en 2021 con la recolección de las larvas de esta especie en los espacios protegidos de Acantilados de Maro-Cerro Gordo y Acantilados y Fondos Marinos de la Punta de la Mona (Málaga, Granada) en el momento justo en el que salieron de los tentáculos del coral buscando un sustrato donde fijarse.

Inmediatamente, estas larvas fueron trasladadas a las instalaciones de cuarentena del Acuario de Sevilla, donde el personal técnico ha monitorizado durante un año todo el proceso de fijación, metamorfosis, alimentación, crecimiento, etc.

Las larvas de este coral, que en MedCoral llamamos reclutas, se liberan solo una vez al año de manera coordinada, en un evento mágico que dura escasos días. Conocer la biología de la especie nos permite adelantarnos a esa liberación para tener todo preparado”, comenta Alexis Terrón, asesor científico de HyT.

Segunda fase

La segunda fase del programa, llevada a cabo hace unas semanas, concluyó exitosamente con la colocación de las colonias crecidas en el Acuario, en el medio natural.

El éxito de esta acción ha sido absoluto, ya que todas las colonias se han adaptado al proceso y se han implantado correctamente.

A partir de ahora queda realizar un seguimiento de su crecimiento mediante revisiones periódicas de la zona para ver cómo evolucionan, hasta que se integren por completo e incluso se reproduzcan.

Corales

Reproducción de los corales naranjas.

Los corales del Mediterráneo se encuentran amenazados, pero gracias a la investigación y a programas pioneros como este podemos revertir la situación y conservar especies tan importantes para el medio marino, para el Mediterráneo y para Andalucía” afirma Rocío Alcázar, gerente del Acuario de Sevilla.

Este proyecto, coordinado por HyT, cuenta con la colaboración del Acuario de Sevilla, la asesoría científica de la Universidad de Sevilla y el apoyo administrativo de la Consejería de Agricultura, Ganadería Pesca y Desarrollo Sostenible.

Corales en peligro de extinción

¿Realmente por qué es importante recuperar corales? Los corales son vitales en los mares. Forman hábitats y ecosistemas; protegen y aportan sedimentos a las playas; generan riqueza a través de la economía azul; son fuentes de nuevas medicinas y zonas de cría y engorde de especies de interés pesquero.

Los corales del mediterráneo, al igual que otras zonas coralígenas del planeta, se encuentran en peligro como consecuencia de las actividades humanas, encabezadas por el cambio climático, la contaminación, la pesca industrial y la entrada de especies invasoras, como es el caso del alga invasora Rugulopteryx okamurae.