La luz artificial nos ha proporcionado numerosos beneficios, como poder realizar todo tipo de tareas sin la necesidad de iluminación natural. Pero eso, a su vez, ha traído unas consecuencias desastrosas para el mundo natural, en especial, para la fauna silvestre.

Cambios de comportamiento o fisiológicos por la contaminación lumínica

Los animales tienen unos bioritmos marcados por el sol y los ciclos naturales del planeta Tierra. Eso se ha cambiado desde que el hombre comenzó con su tecnología a interferir en todos los aspectos de la propia vida silvestre.

Así, se sabe, que el uso de la luz artificial se va incrementando a nivel mundial alrededor de un 2% al año.

Pero el principal problema lo constituye la luz artificial nocturna, tanto para las especies salvajes como para la salud humana, pero también para otros tipos de ciencias como la astronomía.

Halcón

Algunos halcones peregrinos de zonas frías emigran a otras más cálidas.

La contaminación lumínica a la que estamos expuestos provoca cambios en todos los organismos, incluida la conservación y supervivencia de especies y de determinados ecosistemas.

Un ejemplo está en la propia recuperación de especies amenazadas, en las especies migratorias de larga distancia o en los propios insectos de los que se alimentan las aves.

Efectos perjudiciales de la luz artificial

Todos ellos sufren directa o indirectamente debido a la contaminación lumínica, y muchos individuos enferman, perecen o no pueden realizar sus actividades vitales con normalidad.

Con efectos como el cambio del comportamiento y/o de la fisiología, lo que reduce las opciones de supervivencia o el rendimiento reproductivo, o efectos indirectos sobre las especies presa, que afectan al funcionamiento del ecosistema.

Hay muchos ejemplos probados sobre los efectos perjudiciales de la luz artificial en las especies migratorias. Así las aves costeras migratorias utilizan zonas de pernoctación peores para evitar las luces, influyendo y perturbando sus actividades en la búsqueda de comida y en la propia cría de numerosas aves marinas.

Está claro que el desarrollo de la vida humana actual, tal y como la conocemos es definitivamente maligna y contraproducente para nosotros mismos, y también para el resto de las especies que conviven con nosotros.

No solamente las aves migratorias son afectadas, sino tortugas, murciélagos, y un sinfín de especies que se guían por ecolocalización, un sónar natural que les permite guiarse en su medio natural, ya sea aire, agua o tierra.

Flamencos

Los flamencos son aves migratorias que llegan en primavera para pasar el verano.

Estudios avalan el daño en las aves migratorias

Un estudio científico realizado por biólogos de la Universidad Politécnica Estatal de California ha descubierto que la contaminación lumínica hace que las aves empiecen a anidar hasta un mes antes de lo normal en entornos abiertos como praderas y humedales, y 18 días antes en entornos boscosos.

La consecuencia podría ser un desajuste en el calendario: los polluelos hambrientos pueden salir del cascarón antes de que su comida esté disponible.

La luz artificial nocturna se ha relacionado con importantes enfermedades fisiológicas y epidemiológicas, como la incidencia de cáncer y la reducción de la función del músculo esquelético.

Los árboles que se encuentran muy cerca de las fuentes de luz artificial brotan antes que los árboles alejados de las luces, y esto repercute en las propias aves.

Un nuevo estudio publicado en diciembre de 2021 sobre este tema en BMC documenta otra vez el efecto de fototaxis (atracción por las luces) en las aves.

Además de confirmar otros efectos de la contaminación lumínica en las aves, como son la alta mortalidad debido a la colisión con edificios y ventanas iluminados, y el varamiento de aves marinas que comúnmente son atraídas a tierra por las fuentes de luz.

También se conocen efectos más sutiles de la contaminación lumínica en las aves:

  • Desorientación
  • Alteraciones en la fisiología reproductiva
  • Alteración de los ritmos circadianos
  • Cambios en el comportamiento de vuelo.

Por lo tanto tenemos que ser conscientes de que las aves migratorias de larga distancia atraviesan más áreas sujetas a la contaminación lumínica, y que las especies con distribuciones más amplias incorporan más áreas urbanas, por lo que también contienen niveles más altos de contaminación lumínica las especies con distancias de migración más largas y para las especies con rangos geográficos más grandes.