La naturaleza ha provisto a ciertos animales de vistosos y brillantes colores, con diseños que les ayudan a pasar inadvertidos, con una indumentaria de camuflaje para desaparecer dentro del hábitat en el que viven, o para precisamente lo contrario, hacerse presentes de una forma muy patente para ahuyentar a los enemigos.
En otros casos se simula con esos dibujos específicos, que son otros animales, o que tienen un cuerpo mucho más grande de lo que es. En fin, se trata de técnicas para sobrevivir en el mundo salvaje, que a nosotros los humanos nos suenan muy lejanas, especialmente a los urbanitas; a pesar de que incluso nosotros también las utilizamos durante mucho tiempo, y las siguen usando las culturas indígenas en muchos lugares del planeta.
Distintos artistas con una sensibilidad especial y unas manos creativas han dado forma a las telas y los hilos para crear auténticas esculturas de animales que tienen una apariencia real, tan conseguida, que muchas veces observándolos no sabemos cuál es el original.
Esculturas de animales
Mariposas y polillas
Es el caso del artista Yumi Okita que ha logrado bordar detalle a detalle unos maravillosos insectos, las polillas. Este enamoramiento se plasma en la delicadeza con que crea cada individuo, único y original.
Los detalles de cada bordado, de cada hilo, hacen ver el preciosismo de sus esculturas. Muchas de ellas realizadas a tamaño real, pero otras en una proporción algo mayor que los individuos reales.

Gracias a los degradados dentro de la misma gama de colores ha podido crear volumen en sus alas.

Una polilla muy conseguida a base de telas que recuerdan a ese tacto de terciopelo que poseen.

Los diseños de las alas de las mariposas son extraordinarios, aparecen líneas con contornos imprecisos y diluidos, como les ocurre a muchas mariposas.
Guacamayos, cotorras, periquitos…
Aquí no queda todo, otros artistas se han sumado a esta tendencia por lo natural, por tener un trocito de vida y naturaleza en nuestros hogares. Pero en esta ocasión, dando forma a los tejidos y a los bordados para concebir perfectos guacamayos, cotorras, periquitos y otros tipos de aves.
Es lo que realiza de forma artesanal Zara Merrick, quien en sus comienzos se dedicó a estudiar en la prestigiosa escuela de arte londinense Central Saint Martins, diseño para joyería. Aunque tanto le gustaban las telas y los colores, la pintura y la ilustración, que decidió tomar otro rumbo diferente al previsto, especializándose en crear fauna alada.
Está claro que para dedicarte a este tipo de arte, necesitas que te entusiasme tu trabajo, estos preciosos y simpáticos animales, y que tengas unas fuentes fidedignas en las que poder inspirarte.
Y si por algo se la conoce ahora, es por crear un maravilloso universo de aves que esperan emprender el vuelo de un momento a otro, mirándonos con interés para crear una complicidad con el propio espectador. ¡Bienvenidos al paraíso!

Con un diseño espectacular basado en los originales, la artista muestra unas aves que parecen estar a punto de moverse.

Las plumas de los guacamayos superpuestas y elaboradas con distintos tejidos le aportan cuerpo al animal.

La variedad de colores y tamaños en el plumaje son la clave de sus esculturas de animales, en las que no falta la sempiterna estrella.
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