Poco a poco está llegando el mensaje a la sociedad: debemos de acabar con los plásticos de usar y tirar. Y cada vez hay más población que se lo toma muy en serio, porque el problema no es grande, es descomunal. Se nos ha ido de las manos, pero aún podemos hacer algo por intentar salvar al planeta de la salvaje avalancha plástica que debemos frenar.

El plástico ya está en todas partes, en el lugar más remoto del mundo, ya hay plástico. Y ha llegado de la mano del hombre que lo ha depositado allí mismo sin preocuparse de sus consecuencias, o gracias a los poderes de la propia naturaleza: agua, viento, etcétera.

Plásticos de usar y tirar

Las frutas y las verduras suelen presentarse en bandejas de plástico envueltas a su vez por más plástico.

Por suerte, no somos pocos los que hemos tomado cartas en el asunto, muchas empresas están retirando, por lo menos, las bolsas de plástico para sustituirlas por las de papel y cartón (biodegradables). Aunque siempre van por detrás, de la misma manera que se realizan informes y auditorías con otros temas, tendrían que haber hecho lo mismo con el plástico; además de retirarlo del resto de artículos.

Puedes empezar a dar marcha atrás, como si estuvieses rebobinando una película antigua a cámara lenta, dejando de utilizar y de comprar artículos envueltos en plástico. Frenarás tu huella de carbono y la contaminación que generas, esa que nos afecta al conjunto de los seres vivos que coexistimos en la Tierra. Ya sé que no es fácil, porque la mayoría de los productos que consumimos y que adquirimos en las tiendas aparecen con una sobredosis de plástico.

Plásticos de usar y tirar

Los melocotones se protegen con más plásticos, también ocurre con las chirimoyas.

Pero tú decides si quieres seguir apoyando al pasado, o quieres vivir mirando al futuro. El futuro lo construimos todos. No valen de nada mis palabras, si no te las tomas en serio. Cambia tu rutina y tu forma de pensar, porque si quieres algo, debes proponértelo y hacerlo, a no ser que quieras ver la degradación de tu entorno. Puede ser que la próxima vez que vayas a disfrutar de tu río, de tu mar o de tu lago, lo encuentres colmado de plásticos. Y ahora te pregunto: ¿realmente eso es lo que quieres?, ¿te gustaría darte un chapuzón entre plásticos que se te enredan entre las piernas o que se introducen en tu boca sin querer? Esa podría ser la realidad en la que vivirás los próximos años, si no pones de tu parte para frenar la catástrofe y el impacto medioambiental.

Adivino que habrás observado esto en algún lugar. Y, ¿qué se te pasa por la cabeza cuándo observas ese paisaje o esa imagen?, ¿te encuentras a gusto contemplándolo?, ¿te gustaría que siguiera así? ¿vas a intentar cambiarlo? Estas y otras cuestiones serían las que deberías de hacerte. Es muy fácil mirar para otro lado y centrarte en tu propia vida, eso se le llama ser egoísta. Según el diccionario te describiría así: «Que antepone el interés propio al ajeno, lo que suele acarrear un perjuicio a los demás».

Plásticos de usar y tirar

Algunos de los plásticos de usar y tirar que se pueden recoger en cualquier playa.

Las personas pueden cambiar, si efectivamente quieren hacerlo. Puede que sea este tú caso. Seguramente, si ya has tomado conciencia de la situación, cuando vayas a comprar lo tendrás en cuenta. Cada vez existen más comercios que han dejado de usar bolsas de plástico para pesar los alimentos, por ejemplo, y puedes adquirir sus productos a granel en bolsas de papel. lo ideal es que te acompañe la bolsa desde casa para transportar los productos.

El plástico ya está dentro de nosotros, también, como sucede con la mayoría de los animales acuáticos o marinos. Como si fuera un ente de una película de terror que misteriosamente ya forma parte de  nuestro organismo, cuyas consecuencias todavía no las podemos averiguar. No lo digo yo, lo dicen la multitud de investigadores que han estudiado sobre su comportamiento en diversos informes científicos. Las conclusiones son escalofriantes: en el 95% de los estadounidenses, por citar uno de los estudios, su orina revela BPA o bisphenol A, una de las sustancias que los plásticos contienen; y aparece también la presencia de los ftalatos  o DEHP. Con los problemas de salud que conllevan: actúan como disruptores endocrinos, crean problemas de fertilidad, afectan a los órganos reproductivos, fomentan comportamientos agresivos y aumentan la resistencia a la insulina, favoreciendo también la obesidad.

Ahora puedes decidir si levantarte para ponerte a favor de la cruzada contra los plásticos de usar y tirar, o quedarte sentado cruzado de brazos, esperando que no te toque nada de esto a ti.